Pedro Mario Burelli, exdirector principal de Pdvsa y consultor estratégico, se solidarizó con El Nacional y condenó la confiscación de la sede del periódico y los terrenos en los que está construida a Diosdado Cabello, primer vicepresidente del PSUV.
“Lo que acaba de ocurrir con El Nacional es una demostración más de que el objetivo de este régimen ha sido acabar con la libertad de expresión y lo ha hecho a través de diferentes mecanismos: ha forzado la venta de medios de comunicación, además los ha expropiado y ha forzado sus cierres”, expresó.
Sobre la demanda que interpuso Cabello en contra de El Nacional por supuesta difamación, Burelli aseguró que nunca existió tal delito, por lo que no debió haber una penalidad como el arrebato de la sede del periódico.
“Algunas personas dicen que esto fue un regalo del régimen a Diosdado para que se calmara dentro de una pugna muy grande que existe y, en el fondo, creo que fue así. Es bastante envenenado porque lo que hace esto es envilecer más la figura de Cabello y dañar más al régimen internacionalmente. No veo cuál será el beneficio, pero en la manera perversa que piensan en el régimen, eso puede ser una forma de explicarlo”, agregó.
El consultor estratégico señaló que esta arremetida se suma a la larga lista de abusos que están siendo reflejados por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Sociedad Interamericana de Prensa, entre otros. “Es un poco del patrón de abusos y violaciones de derechos humanos de este régimen. Un importante hito porque, dentro del respeto a la libertad de expresión, esto es un extremo bastante insólito”, afirmó.
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Burelli: “Es una bravuconada más de Cabello”
Burelli señaló que la actitud de Cabello en contra de El Nacional y otros medios de comunicación forma parte de su papel dentro del madurismo.
“Es una bravuconada más de Cabello. La función que él juega es de ser el niño malo, el maluco, el que juega así porque los cubanos le ven cierta utilidad en alguien que no confían. Es necesario tener en estos regímenes niños malos como este”, dijo.
Indicó además que el programa de Cabello, Con el mazo dando, transmitido en cadena por medios de comunicación alusivos al gobierno de Nicolás Maduro, es usado como un canal de represión para generar terror en la población, amenazarlos, silenciarlos y humillarlos.
Pese a ser una técnica usada de manera recurrente en varios países y en distintas épocas, a su juicio, en Venezuela “ha llegado a un nivel de abuso increíble”.
“De hecho, el programa de Cabello se produce en el Sebin. Ellos preparan todo el material y él simplemente lee todo. Entonces, es una operación totalmente del aparato represivo del Estado y utilizado para violentar los derechos de los venezolanos: derecho a la privacidad, al libre tránsito, incluso, a vivir en el país porque lo utiliza como un mecanismo para tratar de amedrentar y exiliar”, añadió.
Burelli aseguró que detrás de todo eso está el aparato represivo “que apresa, tortura y mata gente, donde el señor Cabello ha estado involucrado en una llave que era mucho más fuerte cuando estaba Luisa Ortega Díaz como fiscal porque recibía órdenes de él, mientras que el señor Gustavo González López, como director del Sebin, las instrumentaba”.
El exdirector principal de Pdvsa señaló que con este esquema, la operación era mucho más perfecta. Sin embargo, destacó que después del 30 de abril de 2019, día en el que Manuel Cristopher Figuera fue destituido por Maduro como director del Sebin luego de liberar a Leopoldo López, y asume de nuevo González López, se reinició la represión contra cualquier persona que le haga frente al gobierno.
“El señor González López volvió a sus anchas, que le reporta directamente a este primitivo malandro, Diosdado Cabello. Definitivamente, es un programa absolutamente represivo y reprensible”, manifestó.
“Cabello es detestado”
Burelli señaló que el primer vicepresidente del PSUV es detestado dentro de las filas del madurismo por Cilia Flores, Vladimir Padrino López y los hermanos Rodríguez, además de tener muchas rivalidades.
Agregó que todos se mantienen en el poder por el mecanismo de chantaje mutuo en el que, según explicó, todos tienen información contra todos y están dispuestos a usar esa información si alguien le juega un movimiento sucio a otro.
“Este es el típico mecanismo de las mafias que se espían, que ponen micrófonos en las casas, aviones, carros, entre ellos mismo para tratar de vigilarse. Creo que el final de esta película serán ellos sacándose los ojos entre ellos. Tienen las herramientas para hacerlo. Particularmente no será por política, sino por el control del negocio del oro, los bloques de narcotráfico, del negocio del contrabando de gasolina. Eso es lo que los pone a pelear”, señaló.
“Cuando la gente entienda la magnitud del negocio y la criminalidad, se darán cuenta que todo es un juego de poder. Cuando uno dice que este es un régimen mafioso es porque es así. Las plantas de fabricación de cocaína están dispersas en el país, Pdvsa juega un papel importantísimo en la logística y seguridad de la droga, pedazos de la FANB están muy metidos y todos los jerarcas tienen su cuota de la producción semanal de estas plantas. Después cada uno busca su mecanismo para venderlo y sacarlo al mercado, y después todos trabajan juntos para lavar los dólares en Venezuela y afuera. Esa es la recuperación económica de la que unos hablan y que la disfrutan enchufados y oportunistas”, agregó.
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¿Venezuela recuperará la democracia?
A juicio de Burelli, la recuperación de la libertad y de la democracia en Venezuela pasa ineludiblemente por el colapso del gobierno de Maduro.
“Ese colapso no va a ser fácil. No va a venir por la vía electoral. Será muy violento. Siempre he dicho que la salida de Venezuela va a ser por el barranco. La gente piensa que ya tocamos fondo y no es así. Nosotros vamos a tener que pagar las consecuencias del desmantelamiento de un régimen criminal. No será fácil. Son muchas las estructuras criminales que se han hecho en el país”, afirmó.
Señaló que esas estructuras a las que hace mención se han apoderado de Venezuela y ahora son los dueños de todo: “Progresivamente el país está siendo comprado, es decir, los dueños de los activos, las tierras, los edificios de las empresas, son cada vez más elementos criminales, por lo cual, aunque se decapite el régimen en peleas, de todos modos va a quedar una estructura criminal”.
Finalmente, aseguró que pasará mucho tiempo para que la libertad y la democracia lleguen a Venezuela.
“No será algo rápido. Vamos a tener que pasar por eso porque los 22 años de destrucción masiva que ha significado el chavismo no llevan a una salida buena y fácil. Vamos a tener que pagar el precio de lo que ha sido esta revolución. Muchos han combatido y ha dejado la vida; muchos lo han perdido todo en el combate, y lamentablemente hay otros que quieren pretender que estamos luchando contra unos políticos malos, un régimen torpe, unos tipos ineptos y corruptos, y no una estructura criminal que ha penetrado muy profundamente en la sociedad venezolana”, concluyó.
Arrebato del edificio
La primera semana de febrero, el departamento legal del periódico denunció que la jueza Lisbeth del Carmen Amoroso Hidrobo, hermana del contralor general de la República, Elvis Amoroso, adjudicó directamente la propiedad de la sede de El Nacional y los terrenos en los que está construida a Diosdado Cabello, el 27 de enero. Todo ello sin haber cumplido con el procedimiento adecuado y de espaldas de su representante judicial.
La arremetida del vicepresidente del PSUV contra El Nacional comenzó por reproducir un reportaje original del medio español ABC, que vinculaba a Cabello con el narcotráfico.
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