«La sentencia del Tribunal que otorga la sede del diario El Nacional a Diosdado Cabello es una demostración evidente de la relación criminal que ha establecido el Estado con los ciudadanos y las instituciones privadas en el país». Así lo señaló Froilán Barrios Nieves, secretario Ejecutivo de la CTV, integrante del Frente en Defensa del Empleo, del Salario y el Sindicato (FADESS) y del Sindicato de profesores de la UCAB (SIPUCAB).
Calificó la entrega del edificio de El Nacional a Cabello como «una expropiación orquestada mediante viles procedimientos judiciales».
Añadió que tal procedimiento «le indica a la comunidad internacional y a todo el país la entronización de la práctica del saqueo y obtención del botín como política de Estado frente a quien se atreva a oponerse o a denunciar los atropellos de los voceros del régimen».
«Ahora bien, los ataques no son solo contra el diario El Nacional y su director Miguel Henrique Otero, se concentran en el ataque permanente y descarado contra la libertad de expresión demostrado en el cierre de cientos de medios de comunicación de la radio, televisión y la prensa escrita», dijo.
El Nacional es un baluarte de la libertad sindical
Barrios Nieves destacó la importancia de El Nacional como espacio de denuncia.
«Para el sindicalismo venezolano el diario El Nacional ha sido un baluarte en la defensa de la libertad sindical desde su fundación, incluso en el período oscuro de la dictadura perejimenista permaneció como un espacio de denuncia de las persecuciones que sufrieron dirigentes sindicales cuyas denuncias incomodaron al dictador, quien inhabilitó a la CTV durante el decenio de su mandato», señaló.
Agregó que en el siglo XXI el periódico ha registrado las múltiples denuncias de los trabajadores en torno a las violaciones de sus contratos colectivos y a la persecución que han sufrido sindicalistas.
«Estos, hoy encausados en tribunales mediante la judicialización de la protesta laboral. Al extremo que se registran más de 150 dirigentes sindicales a quienes se les prohíbe ejercer su función de representar a los trabajadores», puntualizó.
Solidaridad
Y añadió: «Por tanto, somos irrestrictos solidarios ante las persecuciones desatadas por el Estado a través de sus poderes públicos, el Ejecutivo nacional y el Poder Judicial. Han utilizado las horcas del poder para aterrorizar y difundir el miedo a la denuncia. Tal como lo han manifestado las diferentes corrientes centrales y corrientes sindicales que profesan el sindicalismo democrático autónomo frente a los partidos, gobiernos y empleadores privados».
Exigió el cese de la persecución.
«Hoy exigimos el cese inmediato a la persecución contra el diario El Nacional, su director y su personal, ante un Estado que cree mediante esta acción impedir que los diferentes sectores de la vida económica y social del país denuncien ante el mundo la tragedia que sufrimos los venezolanos».
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