Un condenado a muerte recibió una inyección letal el jueves por la noche en Alabama, después de que la Corte Suprema de Estados Unidos revocó en el último minuto las decisiones que bloqueaban su ejecución.
Matthew Reeves, un hombre negro de 44 años de edad que prefería que lo asfixiaran con nitrógeno, fue declarado muerto a las 21H24 (3H24 GMT del viernes) en el centro penitenciario de Atmore, anunció el fiscal general de este estado del sur del país, Steve Marshall, en un comunicado.
Se convirtió así en el segundo preso del corredor de la muerte ejecutado en 2022 en Estados Unidos, horas después de que otro murió por inyección letal en el estado de Oklahoma.
En 1996 Matthew Reeves mató a un automovilista que le había ayudado cuando él y unos amigos sufrieron una avería al margen de una carretera. Cuando este hombre los recogió en su coche le disparó en la nuca y le robó 360 dólares. Después fue a una fiesta donde se jactó del crimen.
Ante las dudas que generan las inyecciones letales, sospechosas de causar sufrimiento a los condenados, Alabama permite desde 2018 optar por la asfixia con nitrógeno, un protocolo nunca utilizado.
Matthew Reeves no pudo acogerse por no haber completado el formulario a tiempo.
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