Desde que el pasado 14 de agosto el presidente Nicolás Maduro anunciara el fin del actual sistema de subsidios a la gasolina, este era uno de los temas más habituales de conversación en Venezuela.
Este lunes, el mandatario dio en uno de sus frecuentes mensajes televisados al país más detalles de cómo planea que se concrete la medida.
Maduro anunció que a partir de este martes, empezará «un periodo de prueba» en el que poner en práctica el nuevo sistema, primero en los estados fronterizos de Venezuela.
La gasolina más barata del mundo
Según recuerda desde Caracas el corresponsal de BBC Mundo, Guillermo D. Olmo, cuando Maduro presentó la medida, en el marco de su denominado Plan de Recuperación Económica, aseguró que en Venezuela debía pagarse la gasolina a precio internacional.
La gasolina de mayor octanaje cuesta en Venezuela 6 bolívares el litro, lo que equivale según el cambio imperante en el mercado paralelo a la ínfima cantidad de US$0,000001. Foto: AFP.
Eso supondría una drástica subida para una población acostumbrada durante años a llenar el tanque de sus vehículos a un coste casi nulo gracias al subsidio estatal vigente.
En el país sudamericano se vende la gasolina más barata del mundo, de acuerdo con el observatorio Global Petrol Prices.
La gasolina de mayor octanaje cuesta en Venezuela el equivalente en bolívares a la ínfima cantidad de US$0,000001.
Carnet de la patria
Con el país golpeado por una severa crisis económica y una agresiva hiperinflación, Maduro lleva días presentando medidas con las que, afirma, se iniciará la senda de la recuperación.
La modificación de la política de subsidios a los combustibles es una de las medidas más destacadas.
Maduro acusa a lo que denomina «las lacras colombianas» de robarle la gasolina a Venezuela y promete que el nuevo modelo permitirá poner fin al contrabando de petróleo venezolano.
El censo automotor y el carnet de la patria servirán para frenar el contrabando de gasolina que denuncia Nicolás Maduro. Foto: AFP.
Para poder implantar el nuevo sistema, las autoridades llamaron a todos los propietarios de un vehículo a inscribir el suyo en un gran «censo nacional automotor» y de ahora en adelante exigirá a los usuarios estar en posesión de un documento llamado Carnet de la Patria para poder percibir el subsidio.
Maduro sostiene que servirá para frenar la acción de los contrabandistas manteniendo a la vez las ayudas directas a los conductores venezolanos.
Pero muchos en Venezuela rechazan el Carnet de la Patria porque lo ven como un instrumento de control político y adoctrinamiento cuando ya existe una cédula que sirve de documento oficial.
Precio inaccesible
En las últimas semanas, la pregunta en la calle era cómo se implantaría el nuevo sistema y si de verdad eso supondría que los venezolanos iban a tener que pagar por la gasolina producida en su país lo mismo que en los mercados internacionales, aproximadamente un dólar el litro.
En la actual coyuntura del país, ese sería un incremento inasumible para muchos.
Se teme que muchas familias dejen de repostar porque no podrán pagar las cantidades que costará ahora. Aunque el Estado vaya a reembolsarla, como ha prometido Maduro, supone un gasto que no todos pueden afrontar.
Maduro anunció que se instalarán en las gasolineras unos lectores inteligentes para que los usuarios puedan validar su carnet de la patria. Foto: AFP.
En su mensaje desde Miraflores, Maduro intentó despejar algunas incógnitas.
Aseguró que el nuevo modelo comenzará a rodar en pruebas en los 8 estados fronterizos del país (Amazonas, Apure, Bolívar, Delta, Falcón, Sucre, Táchira, Zulia) y en 315 estaciones de suministro.
Será en ellas donde se inicie un periodo de prueba que se prolongará durante 15 días.
En los puntos de suministro, Maduro dijo que se instalarán unos lectores inteligentes en los que deberá mostrarse el carnet de la patria, así como la huella dactilar del usuario.
Una vez validado el documento y la huella, se servirá el carburante.
El presidente auguró su éxito y dijo que el nuevo es «el sistema perfecto».
El último anuncio de Maduro llega en plena ola de alarma internacional por las dimensiones de la marea de migrantes que ha abandonado ya Venezuela desde que comenzó la crisis, 1,5 millones, según los datos de la Oficina de Ayuda al Refugiado de Naciones Unidas (Acnur).
Mientras desde Caracas, los vicepresidentes Jorge y Delcy Rodríguez acusaban a los «países imperialistas» de estar exagerando las dimensiones del éxodo para «justificar una intervención en Venezuela», en Quito funcionarios de 13 países latinoamericanos celebraban una reunión en busca de coordinar esfuerzos para hacer frente a la presión migratoria.
A más alto nivel, la Organización de Estados Americanos (OEA) se reunirá el próximo miércoles también para tratar la cuestión migratoria y los problemas de Venezuela a instancias de su secretario general, Luis Almagro, que se ha mostrado crítico en numerosas ocasiones con el gobierno de Maduro.
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