El día 24 de diciembre, a las 7:21 pm, hora de Venezuela, Petróleos de Venezuela informó a través de Twitter haber superado el “millón de barriles”. «¡Superamos el millón de barriles! Las trabajadoras y los trabajadores de Pdvsa con su conocimiento, experticia y sentimiento patrio, continúan adelante demostrando que la industria petrolera se mantiene activa. ¡Sigamos avanzando juntos por nuestra gran nación!» . (https://twitter.com/PDVSA/status/1474520568502308874). Dado que la nota proveniente de Pdvsa es inexacta; no sabemos pero sí suponemos que lo que se intenta asegurar es el haber logrado una producción diaria superior al millón de barriles de petróleo.
Para el cierre de noviembre Venezuela reportó a la OPEP una producción de 824.000 BPD de crudo, con lo cual y para poder superar el millón de barriles por día, el crecimiento en esos 24 días debió haber sido superior a 176.000 BPD.
El falso millón
Según el último reporte de la OPEP, Venezuela aún viene mostrando 25 taladros activos, aunque según el reporte de Baker Hughes hay cero actividad de taladro. Lo que sí es cierto es que en campo no se percibe actividad alguna de perforación, sino de equipos menores, aunque de forma discreta y no intensiva.
Lograr un crecimiento de producción de 176.000 BPD en 24 días, sin actividad masiva de taladros, es solo posible en el reino de Narnia o quizá en el mundo de fabulas de los misiles del ministro [Los misiles de Pdvsa – Por Einstein Millán Arcia @EinsteinMillan, aporrea.org].
Si usted revisa la última columna del cuadro anterior de la OPEP se dará cuenta de que ni siquiera Irak o Arabia Saudita, con una actividad sustancial de taladros y pozos que producen a tasas en promedio de entre 4.000 BPD y 6.000 BPD, logra tal incremento entre el mes de octubre y noviembre, cuando el barril alcanza su máximo impulso sobre los 80 dólares (WTI).
Operacionalmente hablando, crecer en 176.000 BPD en 24 días presupone la entrada de 500 pozos, cada uno produciendo alrededor de 350 BPD (tasa optimista) en promedio y entrando a razón de 21 pozos por día, lo cual Pdvsa ni en sus mejores momentos logró, cuando contaba con suficiente capital, actividad de campo, infraestructura bien mantenida y recurso humano motivado.
Ese crecimiento de 176.000 BPD corresponde a un crecimiento anual con una actividad de generación superior a 70 a 80 taladros-año y actividad de mantenimiento del mismo nivel, además de disponibilidad de equipos de intervención sin taladro. La probabilidad de que una Pdvsa descapitalizada haya podido lograr tal incremento en 24 días es prácticamente inexistente; máxime en el estado actual de depauperación, falta de equipos, ausencia de personal calificado e infraestructura prácticamente destruida.
Hay que tener en mente que el Ministerio de Energía y Petróleo ya no cumple con su función de ente fiscalizador-contralor de la industria petrolera que antes sí ejercía. Hoy el Menpet forma parte de la misma industria o viceversa. Hoy el Menpet no controla, ni vigila, sino que se ha convertido en un apéndice de Pdvsa o esta de aquel.
No existe prácticamente diferencia entre los objetivos de uno y otro. De hecho, es el ministro y no el presidente de Pdvsa quien realmente dirige la industria petrolera, sin saber nada de esta. Una cosa es que el ministro trace las líneas rectoras y que regule la política petrolera, y otra es que maneje y decida de hecho sobre la operación de Pdvsa.
Las posibles vías de explicación para tan inverosímil y fantasiosa afirmación del ministro de Petróleo, de haber crecido en 176.000 BPD en 24 días, podrían ser una o algunas de las siguientes:
- Mayor nivel de importación de diluyente del declarado.
- Reutilización de volúmenes de diluyente fuera de especificación rechazados previamente.
- Declarar producción en campo a volúmenes no estabilizados con elevado contenido de agua y sedimentos, emulsiones o gas entrampado por tensión interfacial (X/Xp).
En este último caso, declarar como producción neta un crudo no estabilizado con contenido de 25% de agua y sedimentos, por ejemplo, equivale a inflar la producción desde, digamos, 500.000 BPD real, a 625.000 BPD ficticios. Es producción, pero contiene 125.000 BPD de desperdicio y costos. El tiempo es la mejor arma para desenmascarar mentiras. Ya veremos salir del ministerio entre enero 2022 y febrero 2022 alguna afirmación de esas destempladas de terrorismo o misiles, a que nos tiene acostumbrado el ministro de Petróleo para explicar sus fracasos.
@EinsteinMillan
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