«No existe una inversión que no involucre algún riesgo y que no sea algo parecido a una apuesta». Bernard M. Baruch
Invertir en acciones y bonos (deuda pública y empresarial) tiene sus ganancias y sus riesgos. Los poseedores de acciones ganan dividendos moderados generalmente, producidos por las ganancias netas de las acciones, y los tenedores de bonos reciben el pago de intereses (cupones). Cuando sube el precio de las acciones los que compraron anteriormente ganan, si baja el precio pierden; lo mismo ocurre con los precios de los bonos. Los especialistas y conocedores del mercado bursátil hablan de dos riesgos: el riesgo en sí de la acción ( una acción de una empresa eléctrica, bajará de precio si el consumo de electricidad se reduce), es un riesgo que se puede evitar diversificando la inversión, y luego viene el riesgo sistemático o del mercado en su totalidad, que no es posible diversificar. Un ejemplo, si suben las tasas de interés debido a una escasez de dinero, bajan las cotizaciones de todas las acciones, o si una noticia mala sobre la economía se extiende, también bajan los precios de las acciones.
Ahora bien, para un inversionista pequeño es muy difícil adquirir una cartera de acciones con la cual puede diversificar el riesgo, pero puede adquirir acciones de un fondo mutual una empresa que está creada especialmente para adquirir diferentes clases de acciones y así reducir el riesgo específico de cada acción. En el libro de Rudiger Dornbush y Stanley Fischer, Economía, se presenta un ejemplo sencillo de diversificación: una cartera compuesta por una acción de una empresa petrolera y una bancaria. Y en este ejemplo, existiría una posibilidad de 25% de que tanto a la industria del petróleo como a la banca les vaya mal; 50% de posibilidad de que a una le vaya bien y a la otra mal; y finalmente 25% de que a ambas les vaya bien. El inversionista obtendrá un patrón de rendimientos menos variable que el que tenga solo un tipo de acción.
Un mercado eficiente
La Bolsa de Valores está clasificada desde hace mucho tiempo como un mercado eficiente en el sentido en que procesa toda la información aprovechable para los accionistas y la incorpora a los precios de los valores (acciones y bonos). Esto tiene dos consecuencias: la primera que en cualquier período determinado, el rendimiento anormal por debajo o por encima del mercado) puede depender de la información o de las noticias que hayan sido recibidas por el mercado en ese lapso. Y la segunda -quizá la principal- es que un inversionista que emplee la misma información que el mercado no puede esperar ganar rendimientos excepcionales. En otras palabras, los métodos para jugar (participar) en el mercado están destinados a desaparecer.
Ahora bien, ¿cuál es la información que emplea la bolsa para fijar los precios? La forma más débil de la hipótesis de los mercados eficientes afirma que el mercado emplea precisamente la información histórica de los precios y así es eficiente con relación a esos precios históricos. Por lo tanto, esto tiene como consecuencia que la información apoyada en los sube y baja de los precios históricos para nada es mejor que la selección de precios al azar.
Otra teoría, quizá más sólida, relacionada con la eficiencia ha recibido el nombre de hipótesis semifuerte de eficiencia, la cual plantea que el mercado ya ha empleado toda la información eficiente. En efecto, si el mercado ya ha usado toda esta información y esta se plasma en los precios de las acciones, los inversionistas no podrán ganarle o superar al mercado utilizando la misma información. “Carpe diem, quam minimun crédula potero” como dirían los romanos, se traduce como “disfruta el día y no confíes en el mañana”.
De igual forma, la tesis también popularizada por los especialistas en finanzas es la de hipótesis fuerte del mercado, la cual afirma que el mercado dispone y utiliza toda la información públicamente asequible e incluso la información interna de una empresa emisora de acciones. Esto nos hace recordar cómo se hizo rico el famoso economista David Ricardo, quien apostaba a que Napoleón sería derrotado en Waterloo, y al saberse la noticia, vendió los bonos de la deuda pública del gobierno inglés, valores que había comprado a un precio inferior a cuando estos empezaron a subir.
En la Bolsa de Valores de Caracas, las acciones de los bancos han subido mucho de precio durante el proceso hiperinflacionario. Este proceso tiene su explicación: 1) la inversión en acciones es un refugio al menos temporal para protegerse de la inflación, ¡no se pueden guardar papas, ni carne permanentemente! 2) como el gobierno desde hace muchos años no da permiso para fundar nuevas empresas bancarias, comprar sus acciones en la bolsa es un método indirecto para alguien poseer un banco.
Consejos para un potencial inversionista bursátil
No solamente debe consultar estadísticas y cotizaciones, sino también es útil para un potencial inversionista en la bolsa, preguntarse lo siguiente en el proceso de seleccionar la compra de una o varias acciones diferentes:
1) ¿Cuál es el principal negocio en el que se encuentra la empresa?
2) ¿Es esta una empresa líder en su industria?
3) ¿Quiénes son los competidores más importantes y si es posible que la empresa compita con ellos?
4) ¿Cuáles son los aspectos administrativos fuertes y débiles?
5) ¿Cuáles son las metas y los objetivos administrativos?
6) ¿Reconoce la gerencia la responsabilidad frente a los accionistas de la empresa ?
Bibliografía
DORNBUSCH, Rudiger y Stanley, Fischer: Economía, México, McGraw-Hill de México, 1985.
LITLLE, Jeffrey B. y Lucien Rhodes: Cómo entender a Wall Street, Bogotá, MacGraw-Hill Latinoamericana, 1991.
LORIE, James y Mary T. Hamilton: The Stock Market, Homewood, Illinois, Richard Irwin, 1973.
MARK SMITH, B.: Hacia una abundancia racional, México, Editorial Océano, 2001.
ROSS, STEPHEN A. y Randolph W. Westerfiel y Jeffrey Jaffe: Finanzas Corporativas, México, McGraw-Hill Interamericana Editores, 2001.
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