Aunque suene increíble, una niña australiana de 10 años de edad, llamada Pixie Curtis, ya es dueña de dos negocios, y según su madre la empresaria Roxy Jacenko podría jubilarse a los 15 años si así lo desea.
Jacenko es conocida en Australia por ser la directora de la firma de relaciones públicas Sweaty Betty PR, con sede en Sydney. Se destaca en su país por su habilidad para los negocios, que también le ha enseñado a su hija, pues Pixie ya cuenta con dos poderosas marcas a su nombre.
En mayo, Jacenko y su hija lanzaron oficialmente el negocio de juguetes Pixie’s Fidgets y, en las primeras 48 horas sus coloridos productos se agotaron por completo.
De acuerdo con el diario británico The Sun, la compañía facturó 200.000 dólares australianos en su primer mes.
Pero este no es el único negocio de la niña de 10 años, pues su madre también creó una marca de accesorios para el cabello a su nombre cuando era solo una bebé, llamada Pixie’s Bows.
Así las cosas, las dos compañías pertenecen a Pixie’s Pixs, organización que, además de lo creado por la menor de edad, vende otros juguetes, ropa y accesorios para niños, siempre con el sello de aprobación de Pixie.
Para Jacenko lo más emocionante de su hija «es el espíritu emprendedor que tiene a una edad tan joven», característica que, contó la empresaria, ella nunca tuvo, aunque siempre le inculcaron «que tenía que triunfar».
«Cuando tenía 14 años conseguí un trabajo en McDonald’s porque eso es lo que hacías en mi época. Entonces supongo que para mí lo más importante es su impulso como emprendedora. Sí, lo habilité, pero ella todavía lo tiene, que es para mí la parte más gratificante», dijo Jacenko.
Pixie vive junto a su padre, Oliver Curtis, y su hermano Hunter, de 6 años. La familia reside en una mansión de 6,6 millones de dólares en Sydney.
De acuerdo con The Sun, en agosto Pixie recibió unas chanclas Balenciaga y un bolso de Prada por su décimo cumpleaños, además de una lujosa fiesta organizada en su honor.
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