Un Llamado Global para Actuar con Urgencia sobre el Estudio Científico de la Salud Mental Infantil y Adolescente
Estimado Mark Zuckerberg,
Somos una coalición global de académicos con experiencia en la intersección de temáticas vinculadas a la psicología, las tecnologías digitales y la salud. Recientemente, hemos estado siguiendo informes de noticias sobre la reciente investigación dentro de su compañía sobre la salud mental de niños, niñas y adolescentes que utilizan Facebook, Instagram y WhatsApp. Desafortunadamente, esa investigación se llevó a cabo a puerta cerrada y sin supervisión independiente. Por lo tanto, solo tenemos una imagen fragmentada de los estudios que se están realizando en sus empresas. No creemos que las metodologías que se han visibilizado hasta ahora cumplan con altos estándares científicos, los requeridos para investigar responsablemente la salud mental de niños, niñas y adolescentes. Aunque nada en las filtraciones sugiere que las redes sociales sean causa de suicidio, autolesiones o enfermedades mentales, estos son temas serios que merecen de investigaciones igual de serias. Este trabajo que Meta lleva adelante, así como las herramientas que está utilizando, no deberían de desarrollarse sin una supervisión independiente. Ciencia de calidad debe ser la base en la que se sustenten conclusiones firmes sobre estas temáticas, o antes de que se lancen nuevas herramientas para operar sobre las mismas. Usted y su compañía tienen la obligación ética y moral de alinear la investigación interna sobre niños, niñas y adolescentes con los estándares de calidad acordados por la comunidad científica a la hora de generar evidencia empírica en las ciencias de la salud mental.
Con 3.000 millones de personas que utilizan las plataformas de Meta para socializar, pasar su tiempo libre y llevar adelante sus emprendimientos, es muy plausible que estos entornos virtuales tengan efectos de gran alcance en la salud mental de los usuarios más jóvenes, tanto de forma positiva como negativa. El hecho de que se esté realizando la investigación revelada en informes de prensa recientes, deja en claro que Ud. está de acuerdo con que tales efectos pueden ocurrir. Si bien aplaudimos estos intentos de comprender cómo sus plataformas pueden estar afectando la salud mental de los jóvenes, creemos que las formas metodológicamente cuestionables y reservadas en que sus equipos están llevando a cabo este importante trabajo están equivocadas y, en su estado actual, están condenadas al fracaso. En lugar de producir conocimientos científicos confiables, este trabajo, de forma algo predecible, ha sido recibido con un escepticismo intenso por parte de los científicos y una alarma generalizada por parte de legisladores, periodistas, padres y los propios niños, niñas y adolescentes. Esto es frustrante, porque si se dispusiera de las herramientas científicas y éticas adecuadas, los datos recopilados por Meta podrían generar aportes significativos al cómo entendemos el uso de la tecnología digital y su influencia en la salud mental, de una forma sin precedentes en este campo de estudios.
Escribimos para colaborar con usted en el logro de este objetivo y, por lo tanto, lo instamos a comprometerse con tres acciones concretas para generar confianza global en su compañía como administradora de nuestros datos y arquitecta de los mundos (en línea) en los que crecerán nuestros hijos.
1. Comprometerse con los estándares de referencia en la investigación de la salud mental de niños, niñas y adolescentes
La base de la ciencia moderna puede resumirse en el lema de la Royal Society: Nullius in verba, que en refleja latín significa «no tomes la palabra de nadie por sentado». Este principio se aplica igualmente a los científicos independientes y a los que trabajan para Meta. La ciencia solo funciona si la verificación independiente de los métodos, el flujo de análisis y los datos de un proyecto de investigación determinado son públicos. Los estudios que hemos visto en las últimas semanas están muy por debajo de este estándar. Nadie puede tomar decisiones informadas si solo nos enteramos de los esfuerzos para estudiar la salud mental a través de relatos incompletos a través de reportes de medios de comunicación que, a veces, también resultan engañosos. Por lo tanto, es fundamental que se adopte una postura proactiva sobre la ciencia abierta de la salud mental y se proporcione a los científicos independientes una alternativa significativa a tener que aceptar sus afirmaciones, o la de cualquiera, como ciertas por defecto.
Le pedimos que se soliciten revisiones independientes y transparentes de todas las investigaciones pasadas, presentes y futuras sobre la salud mental de niños, niñas y adolescentes, incluida la investigación sobre los jóvenes tanto del Norte global, como del Sur global y de regiones con conflictos armados y sociales. La investigación de la salud mental requiere de los más altos estándares en la generación de evidencia, incluida una metodología sólida revisada por pares antes de la recopilación de datos. Meta debe invitar y divulgar revisiones externas para todos sus estudios relevantes, antes de emprender dichos estudios, y luego encargar revisiones independientes de estos proyectos con informes abiertos al público. Estas revisiones requerirían la publicación de informes, diapositivas, materiales de investigación, códigos de análisis y datos subyacentes una vez que se hayan desidentificado adecuadamente.
Actuar de acuerdo con este compromiso promoverá un avance fundamentalmente en la ciencia de la salud mental de niños,niñas y adolescentes. En primer lugar, los conocimientos sobre cómo Meta estudia la salud de niños,niñas y adolescentes ayudarán a los científicos independientes y todas las partes interesadas a comprender sus objetivos y hallazgos. En segundo lugar, aumentará la calidad de la ciencia sobre los efectos de las tecnologías digitales en general, al establecer un estándar de buenas prácticas de investigación para otras compañías en industrias similares. En tercer lugar, limitará el desperdicio de recursos en estudios que arrojan conocimientos cuestionables pero que nunca ven la luz del día. Finalmente, se ganará la confianza del público y establecerá la agenda a seguir por otras compañías de redes sociales.
2. Contribuir a la investigación independiente sobre la salud mental de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo.
Estudios longitudinales a gran escala en docenas de países rastrean cohortes de jóvenes a lo largo de cada etapa de la vida, utilizando datos genéticos, sociales, psicológicos, nutricionales, educativos y económicos para comprender el desarrollo humano. A medida que se borran las líneas divisorias entre lo online y lo offline, estas fuentes de información resultan cada vez menos exitosas en captar todos los determinantes de la salud mental de estas cohortes. Meta, a través de sus plataformas, captura una amplia gama de comportamientos que son críticos para avanzar en la comprensión científica de la salud mental de niños, niñas y adolescentes en general, y los efectos vinculados a las plataformas de Meta plataformas en particular.
Meta proporciona una pieza clave de un rompecabezas en un área de estudio en el que faltan datos críticos: será imposible identificar y promover la salud mental en el siglo XXI si no podemos estudiar cómo los jóvenes están interactuando en línea. La combinación de metadatos con proyectos de cohortes a gran escala avanzará materialmente el cómo entendemos las implicaciones del mundo en línea para la salud mental. Meta también tiene el potencial de superar un desafío relacionado: casi todas las investigaciones sobre la salud mental de los jóvenes se basan en poblaciones europeas, norteamericanas o de habla inglesa. Un enfoque tan estrecho refuerza los prejuicios existentes y descuida la salud mental de la mayoría de los jóvenes en todo el mundo. Meta debe trabajar con investigadores de África, Asia, Oceanía, América Latina y las Islas del Pacífico para desarrollar conjuntamente infraestructuras en estas regiones para colaboraciones a largo plazo. Comprender la salud mental del mundo requiere la participación de investigadores de todo el mundo, no solo de ciertas regiones de mayor desarrollo económico.
Meta tiene una gran oportunidad de ser un líder en la contribución a estos estudios de cohortes en curso, colaborar con investigadores en el Sur global y ayudar a proporcionar información sobre la interacción entre nuestras vidas digitales y la salud mental. En la medida que cada vez mayor cantidad y proporción de las vidas de los jóvenes ocurren en línea, es ahora el momento crucial para que Meta actúe. Contribuir con datos a los estudios globales de la salud mental de niños, niñas y adolescentes permite a los científicos realizar pruebas reales y calidad sobre las posibles influencias de las tecnologías digitales en la salud mental. Meta podría liderar el camino y dar un ejemplo poderoso: la contribución de datos a los estudios de cohortes en curso permitirá asegurar el potencial de estos esfuerzos para comprender los factores de riesgo y resiliencia de la condición humana.
3. Establecer una comisión externa e independiente para la supervisión de la salud mental de niños, niñas y adolescentes en las plataformas de Meta
Es el momento justo para una nueva comisión global dedicada a promover una supervisión creíble, independiente y rigurosa de las implicaciones sobre la salud mental vinculadas a Meta. Ampliando el modelo de la Junta de Supervisión de Facebook, en lugar de fallos cuasi-judiciales, la comisión llevaría a cabo una supervisión científica independiente. Evaluación de los riesgos materiales para la salud mental, recopilación de evidencia científica y la evaluación y validación de herramientas y soluciones estaría dentro de su cometido. Es fundamental que esta comisión sea gobernada por las múltiples partes interesadas, tanto de las economías desarrolladas como las en desarrollo, así como por aquellos que trabajan con refugiados y jóvenes en áreas de conflicto. Usted ha demostrado su compromiso con la gobernanza independiente con el apoyo de la Junta de Supervisión en asuntos de libre expresión y normas legales. Le pedimos que extienda esta responsabilidad al asunto crítico de la salud mental de los más jóvenes.
Una comisión externa dedicada a la ciencia de la salud mental de niños, niñas y adolescentes, avanzaría en nuestra comprensión de los riesgos y beneficios de las tecnologías digitales para la salud mental y promovería verdaderas soluciones basadas en evidencia para abordar los riesgos en línea, en una escala global. Se asociaría con esfuerzos de investigación a gran escala que estudian la salud mental de niños, niñas y adolescentes en el Norte Global y deberá desarrollar capacidades complementarias en el Sur Global. Una confianza global respaldada por metadatos e informada por expertos y múltiples partes interesadas, con muy diversas experiencias vividas dentro y fuera de línea, puede avanzar sobre los desafíos de estudiar y promover la salud mental de los jóvenes.
Cierre
Comprender y apoyar la salud mental de niños, niñas y adolescentes en la era digital es un desafío mayor al que pueda abordar cualquier persona, empresa o equipo en forma individual. Creemos que las plataformas de su compañía tienen el potencial de desempeñar un papel clave e impactar en miles de millones de jóvenes, en pos de la búsqueda común de su bienestar. Este desafío global requiere una solución global.
Creemos que Meta puede hacerlo mejor y escribimos para ofrecer nuestra ayuda.
Colaboradores
Andrew K. Przybylski, University of Oxford, United Kingdom
Niklas Johannes, University of Oxford, United Kingdom
Matti Vuorre, University of Oxford, United Kingdom
Matías Dodel, Universidad Católica del Uruguay, Uruguay
Camila Gottlieb, Universidad Católica del Uruguay, Uruguay
Linda K. Kaye, Edge Hill University, United Kingdom
Brittany I. Davidson, University of Bath, United Kingdom
David A. Ellis, University of Bath, United Kingdom
Douglas A. Parry, Stellenbosch University, South Africa
Candice L. Odgers, University of California, USA
Craig J.R. Sewall, University of Pittsburgh, USA
Peter J. Etchells, Bath Spa University, United Kingdom
Rana Abbas, Ono Academic College, Israel
Meyran Boniel-Nissim, Kinneret College on the Sea of Galilee, Israel
Wilbert Law, The Educational University of Hong Kong, Hong Kong
Séverine Erhel, Université Rennes 2, France
Andrea L. Howard, Carleton University, Canada
Kathryn Modecki, Griffith University, Australia
https://docs.google.com/document/d/1fJyHmQ3uCZ0ndw1lTF4LeHbpKNLxSam5ML-gSD0pxkE/
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