En 2017, Joshua Horner fue condenado en Oregon, Estados Unidos, por presunto abuso sexual infantil. Pero el caso dio un giro inesperado gracias a una perra labrador de nombre Lucy.
La demandante declaró que Horner, de 42 años le disparó —y supuestamente mató— a Lucy delante de ella con el fin de disuadirla de denunciar sus crímenes a la policía.
Pero Lucy fue descubierta viviendo con sus nuevos dueños y eso cambió la suerte de Horner.
Las dudas en el caso
El juicio original no había tenido un veredicto unánime y Oregon Innocence Project, una organización legal sin ánimo de lucro que estaba revisando su caso, dijo que la evidencia del juicio había levantado «varias banderas rojas».
En abril, la organización planteó sus preocupaciones sobre el caso con un fiscal del distrito local, John Hummel, quien acordó trabajar con ellos de manera conjunta.
Había una discrepancia acerca del paradero del animal. Horner insistió en que Lucy todavía estaba viva, evidencia que podría probar que la presunta víctima había mentido en sus alegatos.
Un investigador de la organización y un miembro de la oficina del fiscal del distrito local hicieron varios viajes para tratar de encontrar al nuevo dueño del animal.
Al final, lo encontraron a él y a la perra, en la costa de Oregon.
La verificación de la identidad de Lucy se hizo a través de su apariencia física y evidencias sobre su custodia. (JENNY COLEMAN/OREGON INNOCENCE PROJECT)
«Estaba bebiendo agua en un cuenco y se sentaba a la sombra debajo de un porche. Jugamos con ella. La acaricié. Fue maravilloso», dijo Lisa Christon, una voluntaria de la organización legal.
La identidad del animal fue verificada a través de su apariencia distintiva y evidencia sobre su custodia.
«Lucy, la perra, no recibió el disparo. Lucy está viva y bien», dijo la fiscalía en su moción de desestimación.
«Mi investigador y el investigador del Oregon Innocence Project rastrearon a Lucy, verificaron su identidad, pasaron mucho tiempo con ella y le tomaron fotos».
Una decisión en la Corte de Apelaciones del estado permitió que Horner fuera liberado inicialmente en agosto, y se ordenó un nuevo juicio.
Se hicieron intentos para hablar con la demandante sobre su testimonio, pero no acudió a las reuniones y se escapó del personal de la Fiscalía cuando se le acercaron, informaron agencias de noticias.
Luego se confirmó que no habría un segundo juicio y Horner salió libre.
Dijo que él y su esposa ahora estaban «listos para retomar las riendas de nuestras vidas» después de su liberación.
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