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La gratitud como herramienta

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En tiempos tan interesantes como los que vivimos, explorar las herramientas de afrontamiento puede ser una estrategia de gran valor, que condicione nuestro existir a conductas saludables y con justicia, esa que no puede explicarse con lógica necesariamente. Múltiples vivencias e interacciones con otras personas, suelen dejar una sensación de amargura por lo perdido, el carácter aparentemente infructuoso de algunas usanzas, la nefasta idealización inmortal de un momento, el ofensivo y opcional carácter sustitutivo de sentimientos, entre otras muchas variantes. Es así como se genera un extraño vacío, tristeza o hasta depresión, en el periodo de lo post vivido.

Algunos estudios revelan que sentirse agradecido activa zonas del cerebro relacionadas con la cognición moral y la recompensa o alivio de eliminar estresores (Fox GR, Kaplan J, Damasio H y Damasio A., 2015). Esto implica que agradecer es altamente beneficioso para la salud mental y física de los individuos. La misma es una herramienta que puede ser practicada constantemente de forma consciente, hasta que se incorpore en nuestro sistema de pensamiento como algo natural. Desde hace muchos años los grandes pensadores de la humanidad comentan acerca de la gratitud como Marco Tulio Cicerón, que dijo: “Tal vez la gratitud no sea la virtud más importante, pero sí es la madre de todas las demás”. Esta reflexión nos habla del enorme vacío que implica que un individuo no sea agradecido con lo que tiene o experimenta, aunque esté lleno de otras flamantes virtudes.

La individualidad se ve confrontada cuando las cosas no salen como las planeamos, pero aun así, la experiencia siempre será enriquecedora conforme la percibamos. Dar gracias en momentos de aflicción o frustración obliga a pensar en por lo menos, una pequeña característica positiva de lo vivido, sumerge al individuo en un oasis reflexivo y fomenta prácticas espirituales, como la oración, si se es creyente, la meditación y nuevas actividades altruistas, que se constituyan alicientes ante el trago amargo de la experiencia. Por ejemplo: personas que han vivido fuertes situaciones de salud deciden ayudar a otras en circunstancias similares, aconsejar después de profundas decepciones para evitar el mal momento a otros. Algunos incluso crean fundaciones o corporaciones con fines específicos, cuya idea base surge del profundo momento de sufrimiento o pérdida vivida.

Ser agradecido transforma lo negativo en algo positivo, posiblemente solo por una de sus aristas, pero al percibirlo así la experiencia cambia. Se abraza una sensación de paz y se activan acciones complementarias que reflejan crecimiento personal, y puede traducirse incluso en crecimiento colectivo, influenciando al entorno más inmediato. Después de todo, un mal momento no define a nadie, ni una mala racha determinará toda una vida.

Análisis como estos me llevan a meditar en los procesos severos que está viviendo nuestro país, el enorme valor de nuestra gente, los que partieron dejando todo para aventurarse y esforzarse como foráneos en tierras lejanas, para sacar adelante su familia. Así como los que se quedaron guerreros ante un porvenir incierto, luchando cada día con fuertes vientos de cambio y enfrentando la vida muchas veces al límite de las fuerzas. Ambos siguen soñando esperanzados con lágrimas de amargura en el alma y fortalecedoras vivencias, que los han obligado a crecer aceleradamente y cambiar los planes una y otra vez para ser resilientes. A todos mis respetos y admiración.

Seamos agradecidos, toda nuestra existencia y las situaciones que incluye valen lo vivido, fortalecen, sacan lo mejor y lo peor de nosotros, pero sobre todo nos hacen reenfocar el cristal de las decisiones que tomamos y evaluar la importancia de las valorizaciones.  Para los que practican la fe cristiana, existe un peculiar versículo que me agrada y dice: “Perseverad en oración, velando en ella con acción de gracias”. Colosenses 4:2. Medito en esto y comparto lo siguiente: sigue soñando, pide a Dios lo que anhelas y da gracias de antemano, Él de seguro tendrá una portentosa intervención, cuando fuese el tiempo de recibir.

@alelinssey20

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