Cuando sube a un escenario, el director de orquesta Rafael Payare siente que está representando a los latinos y específicamente a su país, Venezuela.
Payare se llama a sí mismo un hijo del sistema en referencia al método de educación en jóvenes creado por José Antonio Abreu Anselmi que veía a la música como una forma de mejorar la vida de las personas, tanto en un plano social como intelectual.
«A donde yo voy, siento que estoy representado al sistema y la labor que hizo el maestro Abreu», explica desde el interior del recinto The Rady Shell at Jacobs Park. Allí, este fin de semana condujo sus últimos conciertos de la temporada al frente de la Orquesta Sinfónica de San Diego (San Diego Symphony).
«Cuando uno está al frente de cosas, sabe que puede traer o abarcar a toda nuestra hermandad latinoamericana e incluso iberoamericana. No lo estoy haciendo solo sino que tengo este otro apoyo también», afirma.
Desde la ciudad de California, Rafael Payare reflexiona sobre el país, que musicalmente también ha visto nacer a figuras como Gustavo Dudamel.
Explica que lamentablemente tiene seis años sin visitar a sus hermanos y tíos que viven allá, pues «lo que se ve en las noticias es la superficie, las cosas allá no van bien», pero considera que hace lo propio desde su profesión.
«La situación de Venezuela es realmente muy triste, pero es muy bonito que por lo menos podemos darle un poco de alegría al pueblo venezolano de alguna forma porque toda mi formación musical la hice allá. Es importante que los niños que están allá no dejen de soñar y saber que se puede», señala.
Agrega: «Es bonito tratar de ser un faro de luz para las generaciones que viven y saber que con esfuerzo y dedicación los sueños se pueden cumplir».
Su pasión por la música
El director se interesó por la música a los 13 años gracias a uno de sus hermanos quien lo llevó a una orquesta donde empezó a tocar el corno francés a inicios de 1994; ya para diciembre de 1994 formaba parte de la Orquesta Nacional Infantil de Venezuela tocando el primer corno y entonces comenzó a viajar haciendo música.
«El maestro Abreu hizo una labor fenomenal creando el sistema. Yo tuve la suerte de nacer en Venezuela, porque no sabía que la música iba a ser mi pasión si no hubiese sido por el sistema. Allá en Venezuela todavía no hay radios nacionales que estén dedicadas a la música académica. Solo una que otra pasa un concierto una vez a la semana. Me siento afortunado de llevar esa bandera y que los sueños se pueden cumplir”, relata.
Rafael Payare comparte que está tratando de exponer más la música académica. Por ejemplo relata que junto a la San Diego Symphony realizaron antes de la pandemia un concierto abierto al público. Tras eso, recibió comentarios de gente sorprendida que nunca había escuchado este tipo de obras pero que salieron con ganas de conocer más. «Lo bonito de la música es que no hace falta mucha explicación, lo hace todo ella sola», comenta.
Agrega: «Suena un poquito cliché que la música es el lenguaje universal pero habla por sí sola. Todo el mundo la entiende, así hablemos el idioma que hablemos».
Payare regresa en enero con San Diego Symphony, de la que desde 2019 es director musical; ahora continuará su trabajo con otras orquestas con conciertos en Filadelfia, Luxemburgo, Montreal, además de que en 2022 tiene gira en Europa.
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