Ya no existen motivos o argumentos suficientes para refutar que ha sido este 2018 el año más productivo para los bateadores venezolanos en las Grandes Ligas.
Era poco probable imaginar que la zafra en desarrollo fuera hacer la de mayor cosecha. Pues las lesiones que han atacado a Miguel Cabrera, el bajo desempeño del veterano Víctor Martínez y el mal inicio de Carlos González, tres de los referentes ofensivos por excelencia del contingente vinotinto, así lo hacían prever.
Aunque ante estas circunstancias adversas surgió el talento emergente y vaya que han causado un impacto tremendo, sobre todo en la Liga Nacional, a la que pertenecen dos de los jugadores más poderosos del torneo y ambos llevan el sello tricolor impreso en sus pasaportes: Jesús Aguilar y Eugenio Suárez.
Esta dupla, que no comparte equipo, pero si división, le ha ocasionado múltiples daños a los lanzadores del viejo circuito, de tal manera, que se encuentran entre los jugadores para al menos considerar en las votaciones del Jugador Más Valioso.
Lo de Suárez luce un poco más utópico considerando que su equipo, los Rojos de Cincinnati, hace rato que están fuera de carrera por la postemporada; mientras que lo de Aguilar si es más factible, porque los Cerveceros de Milwaukee hoy son dueños absolutos de uno de los comodines de la Nacional.
El robusto primera base de los espumosos, precisamente, se convirtió en noticia el miércoles por la noche, luego de terminar la jornada con cuatro carreras impulsadas y sobrepasar por primera vez en su trayectoria el centenar de empujadas, que lo llevaron a convertirse en el decimotercer bateador nacido en Venezuela, en conseguir cuando menos 100 fletadas en una campaña.
Aguilar se unió a Antonio Armas, Andrés Galarraga, Edgardo Alfonzo, Magglio Ordóñez, Richard Hidalgo, Bob Abreu, Melvin Mora, Víctor Martínez, Miguel Cabrera, Carlos Guillén, Carlos González y Eugenio Suárez, este último lo consiguió en la actual temporada.
Desde el 2010 la representación de Venezuela en la gran carpa no tenía a una pareja en finalizar con más de tres decenas de cuadrangulares y al menos una centena de compañeros llevados al plato en una misma contienda, cuando Miggy y Cargo finalizaron con 38-126 y 30-105, respectivamente.
De hecho, Aguilar y Suárez son apenas el quinto dúo en conquistar la hazaña.
En el 2002, Richard Hidalgo y Magglio Ordóñez fueron los precursores al terminar con 44 jonrones y 122 empujadas uno, mientras que el otro dejó 32 vuelacercas y 126 remolcadas.
Un año más tarde Ordóñez repetiría (31HR-113CI) con un nuevo acompañante como lo fue Bob Abreu (31HR-110CI). El propio “Comedulce”, en el 2004 lo volvió a hacer (30HR-105CI), pero esta vez su adjunto fue el para entonces novicio Miguel Cabrera, quien tuvo su primera temporada completa en las mayores y se hizo sentir con 33 vuelacercas y 112 rayitas producidas.
Del grupo de 13 venezolanos con 100 remolques, solo ocho lograron la proeza en múltiples ocasiones: Cabrera (12 veces), Abreu (8), Ordóñez (7), Galarraga (5), Martínez (5), Armas (3), Mora (2) y González (2).
No hay espacio para que hayan dudas de que el inicialista de los lupulosos y el antesalista de los escarlatas, quienes acudieron a su primer Juego de Estrellas este mismo año, se han convertido en una pareja explosiva. No en vano, Aguilar con 103 y Suárez con 101, ocupan la segunda y cuarta casilla en el departamento de las impulsadas de la Liga Nacional, que tiene al puertorriqueño Javier Báez como líder con 107. En cuanto a los batazos de largo alcance, también se encuentran entre los mejores 10 del circuito añejo con 33 y 32, respectivamente.
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