El legendario boxeador filipino Manny Pacquiao ha caído en la madrugada de este domingo en la pelea por el título del peso welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), a manos del púgil cubano Yordenis Ugás, que ganó por decisión unánime de los árbitros.
El «campeón del pueblo» aguantó 12 asaltos a sus 42 años, pero no pudo cambiar el resultado final en una pelea celebrada en Las Vegas (Estados Unidos) donde su rival fue mucho mejor. Pacquiao no estuvo acertado y sucumbió a una gran versión del cubano, nuevo rey mundial de la categoría.
La derrota de Pacquiao no ha impedido que sus compatriotas se deshagan en elogios con él. Así lo explicó el portavoz presidencial filipino Harry Roque, que dijo que el apoyo público a la carrera de boxeo de Pacquiao «siempre ha sido inquebrantable» y que su derrota no disminuirá el orgullo que ha traído a los filipinos.
Pacquiao se disculpó por la derrota y dijo que necesitaba pensar si se retiraba. «Hice lo mejor que pude y me disculpo», dijo después de la pelea. «Déjame descansar primero, relajarme y tomar una decisión si sigo peleando o no», explicó el púgil filipino.
El campeón de ocho divisiones añadió que aún estaba decidiendo si se postularía para la presidencia de Filipinas en las elecciones del próximo año. «Haré un anuncio final el próximo mes», dijo. «No lo sé. Sé que estoy enfrentando un gran problema y trabajos más difíciles que el boxeo, pero quiero ayudar a la gente. Quiero ayudarlos», sentenció.
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