Nasser al-Khelaifi ha hecho realidad todos sus sueños. Este multimillonario jeque catarí de 47 años fue el encargado de romper el mercado de las transacciones del fútbol al llevar a Neymar a la familia del Paris Saint Germain. Sin ningún problema desembolsó 222 millones de euros en 2017 para llevárselo. Ahora hace realidad lo impensado: fichar a Lionel Messi, a falta de l anuncio oficial, y juntarlo con su constelación de estrellas.
Nasser representó a Catar en la Copa Davis y fue el más exitoso de su país en dicho torneo entre 1992 y 2002. Alcanzó a ocupar en el 2002 la casilla 995 de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP).
Pero lo que no tuvo con su mano derecha en el tenis lo alcanzó, y con sobradas condiciones, como empresario. Fue máximo dirigente de la Federación de Tenis de Catar y hoy es presidente honorario de la Federación Asiática.
El jeque catarí, dueño de un patrimonio de más de 16.000 millones de dólares, fundó Bein Media Group, compañía de comunicación en su país. Al-Khelaifi ostenta el cargo de presidente de Qatar Sports Investments, que tiene inversiones en equipos de fútbol de Europa.
En octubre de 2011, otra de sus empresas, Qatar Investment Authority, pagó 60 millones de dólares por 70 por ciento del PSG, y el jeque fue nombrado presidente del equipo. Años después, la firma compró el 30 por ciento restante.
En su primer año como presidente del PSG, Al-Khelaifi invirtió 130 millones de dólares en reclutar a figuras. Sin embargo, no le alcanzó y el equipo terminó segundo, detrás del Montpellier.
Desde su llegada, el magnate ha contratado futbolistas de primer nivel, se calcula que gastó 1.364 millones de euros en compras, entre las que se destacan las de Neymar (222 millones), Kylian Mbappé (145), Edinson Cavani (64,5), Ángel Di María (63) y Achraf Hakimi (60). Ahora se lleva el diamante mayor: Messi.
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