La pantalla del celular o la tableta será referencia durante casi dos horas. Esa es la perspectiva de Buscando, la película de Aneesh Chaganty que recientemente se estrenó en Venezuela.
El director y guionista se vale de las interfaces de Windows y Mac para contar una historia narrada a través de las diferentes redes sociales y recursos de Internet que usan los personajes. Es decir, la visión será siempre la pantalla de un dispositivo electrónico. Al espectador no le será extraña la manera de padecer la tensión que genera el filme desde ese punto de vista, el realizador lo sabe y aprovecha con tino la perspectiva visual del nuevo milenio.
Es así como el autor presenta a un padre, David Kim, interpretado por John Cho –la mejor actuación de la película–, quien trata de recuperar la normalidad de la vida en casa junto con su hija, Margot, luego de la muerte de su esposa.
A diferencia de otros filmes que buscan condenar los avances de la tecnología, en Buscando no hay un juico contra quienes depositan en redes sociales y aplicaciones web parte de su intimidad. La película acepta esa realidad propia de los avances de la sociedad. Sin embargo, cuestiona la incomunicación entre padre e hija, y no precisamente por adentrarse, especialmente ella, en una vida virtual que la lleva a ensimismarse. No, más bien el tratamiento que ella le da a esa otra vida online es la consecuencia de un problema mucho más complejo y menos maniqueo.
David Kim prefiere evadir en casa el tema de la muerte de su esposa y madre de la pequeña. Prefiere dedicarse a lo que considera es ser un buen padre, siempre pendiente de las necesidades más inmediatas y obvias de la hija, que adentrarse en las repercusiones que una muerte tan dolorosa tuvo en el hogar, especialmente en la joven.
Es entonces cuando surge una historia de intrigas y tensión. La aparente normalidad en la rutina del padre trabajador y la hija estudiante se convierte en thriller cuando ella desaparece.
Las pistas durante la búsqueda no son las acostumbradas a ver en cualquier cinta policiaca. Acá no hay huellas dactilares, ni pruebas de luminol. No, nada de eso. En este filme los vestigios están en los historiales de navegación del explorador, en los contactos de Facebook, en las interacciones de las redes sociales, en las fotos enviadas, los videos grabados y las compras realizadas en línea.
El desesperado padre poco tendrá que salir de casa para ir hilvanando hipótesis y descartando otros planteamientos sobre el paradero de su hija.
Aneesh Chaganty hace de Buscando uno de los mejores thrillers realizados recientemente, con una apariencia familiar en la vida real, pero pocas veces presentada en la gran pantalla.
Cada personaje es además aprovechado muy bien por el director y guionista para sustentar cada argumento de su historia. Los giros inesperados, la coherencia de cada vuelco, convierten esta película en digna de ocupar un buen lugar entre los mejores estrenos del género en lo que va de año.
Hay guiños a las falsas apariencias en las redes, sin duda, pero forman parte de un discurso que no busca ser un manifiesto, sino simple observación de las nuevas dinámicas sociales a través de la web. El realizador las conoce y se beneficia de ellas para respaldar cada aspecto de su largometraje.
El final puede resultar discutible para muchos, por lo complaciente para una de las partes, pero no le resta mérito. Es un desenlace justo, especialmente cuando ocurre luego del sorpresivo vuelco que da para terminar de desentrañar la extraña desaparición de la joven Margot. No hay que cavilar demasiado. Buscando es una gran película que sume al espectador en la más placentera angustia por todo lo exhibido.
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