Además de un oficial en retiro del Ejército –a quien señalan de haber ingresado la lujosa camioneta que explotó en una unidad militar de Cúcuta el 15 de junio–, las autoridades tienen en su poder a otro hombre que llamó la atención por pertenecer a una entidad estatal.
Se trata de un contratista de la Unidad Nacional de Protección (UNP), que antes de ser capturado prestaba servicios como escolta.
El Tiempo estableció con fuentes oficiales que el hombre es Ciro Alfonso Gutiérrez Ballesteros, cuyo futuro ante la justicia se definirá este miércoles en la tarde.
Gutiérrez, junto con Andrés Fernando Medina (el militar retirado involucrado) y Joaquín Medina Duarte (padre del exuniformado), fue sindicado de los delitos de terrorismo, tentativa de homicidio en 41 personas, concierto para delinquir, porte de armas de uso privativo de las fuerzas militares y daño en bien ajeno.
Por esos delitos la Fiscalía pidió que sean enviados a prisión, petición que fue apoyada por la Procuraduría.
En las próximas horas un juez de control de garantías de Cúcuta decidirá si ordena cárcel para estas personas.
Esa misma decisión tomará sobre otros cinco detenidos, a quienes señalan de estar detrás del atentado, también en Cúcuta, contra el helicóptero en el que se movilizaba el presidente Duque, en hechos ocurrido apenas 10 días después del carro bomba en la Brigada 30 de la capital de Norte de Santander.
Por concierto para delinquir agravado, la Fiscalía imputó a Geraldina Fioyo Torrado, Bladimir Acosta Pérez, Edinson Duran Ascanio, Jhon Fredy Lizarazo Gutiérrez y Fredy Esteban Maldonado.
Para las autoridades, los ocho capturados -los tres del carro bomba y los cinco del atentado a Duque- harían parte de una misma red.
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