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Comité de conflicto

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Estamos en conflicto, por lo que hace falta un Comité de Conflicto.

El último paquete de medidas económicas ya fracasó. El disgusto y la incertidumbre lanzan a la gente a protestar. Los tablazos salariales reflejan, como se dice de muchas maneras, un desconocimiento de la Constitución y de los derechos de los trabajadores y a exigir el respeto de esos convenimientos.

El gobierno, agotado en recursos, lanza una medida con un desleído y trasnochado sabor de igualitarismo que solo existe en la depauperada y vertical Cuba.

Se declara la situación de conflicto, e incluso se asoma la posibilidad de ir a una huelga general, cosa bien discutible, pero lo más necesario para un conflicto son los motivos, la voluntad de la gente y la existencia o formación de un Comité de Conflicto.

Bien sabemos de las grandes dificultades que los agregados de partidos políticos tuvieron para acordarse y emitir directivas claras. Pero ahora se trata menos de diseñar una política general y más de un programa inmediato de pelea, a plazo establecido por el logro de sus propósitos: defender los derechos de los trabajadores ante los tablazos. Eso requiere la formación y funcionamiento de lo que siempre existe en las trifulcas laborales: un comité de conflicto que propicie y dirija un programa de acciones (¿plataforma?). Es un  equipo de personas representativo y funcional que  sea reconocido y que dé órdenes. Ello no resolvería las discrepancias políticas  o personales que ya se sabe que existen, pero permitiría alcanzar acciones convergentes para propósitos definidos: dirigir acciones contra las tablas salariales impuestas y hacerlas revocar.

No tiene que atender a procesos electorales, primarias o no, a gobiernos de transición, a programas de construcción… todo eso quedará pendiente, pero, por lo pronto y habiendo ya un acuerdo de protestar, hay que darle una dirección a esas voluntades.

Es también un curso de aprendizaje: aprender a unirse, a superar o postergar diferencias, a funcionar fluidamente y a establecer vías de comunicación que lleven y traigan decisiones y no problemas.

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