Hasta un millar de pequeñas y medianas empresas norteamericanas, muchas de ellas firmas informáticas, se habrían visto afectadas por un nuevo ataque informático a gran escala del mismo grupo que afectó al proveedor de carne JBS Foods esta primavera.
La banda de delincuentes REvil, que se cree que opera fuera de Europa del Este o Rusia, ha atacado esta vez a un proveedor de software conocido como Kaseya, cuyos productos son ampliamente utilizados por las empresas de gestión informática y otros ámbitos, según una alerta de la firma especializada en seguridad informática Huntress Labs.
En al menos un caso los atacantes han exigido el pago de un rescate de cinco millones para que las empresas recuperen los datos de sus clientes corporativos, ahora mismo en peligro de acabar en manos del mejor postor, según ha explicado uno de los directores ejecutivos de la firma, Kyle Hanslovan, a la cadena CNN.
Este ataque es el último de una serie de asaltos informáticos que ha llamado a la alerta a las autoridades estadounidenses. En mayo, un ataque al oleoducto Colonial Pipeline interrumpió los envíos de combustible a las gasolineras de la costa este, mientras que el ataque a JBS provocó el cierre temporal de sus nueve plantas procesadoras de carne de vacuno de Estados Unidos.
Kaseya ha informado del cierre provisional de sus servidores mientras investiga el incidente, que de momento «se ha limitado a un reducido número de clientes».
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