En estos días se abrió en el país un nuevo debate. Este ha discurrido en las redes protagonizado por dos “influencers”: un mexicano que ha presentado un documental donde expone las bellezas naturales del país, entre ellas el parque Canaima, incluyendo el Salto Ángel, Los Roques y otros. ¿Qué duda cabe? Son una maravilla.
El otro contendiente de este debate, un venezolano que firma como “Javierhalamadrid”, ha presentado un video muy distinto, como “la verdadera realidad del país”. ¿Y qué duda cabe?, es la puesta en escena de una realidad que nos lacera todos los días.
La gente ha apostado entre uno y otro: por el primero se ha alineado mucha gente de todas las tendencias, especialmente los afines al chavismo que se han prodigado en insultos contra el influencer venezolano y otros no tan pocos han apoyado su versión de la realidad venezolana.
La verdad es que la lucha política y social en el país es además una lucha por imponer sobre otros una determinada representación social del mismo, de lo que fuimos, de lo que somos y de lo que seremos en el futuro. De hecho, la lucha en Venezuela desde el advenimiento del chavismo en el poder (y aun antes) ha sido la imposición chavista de un país dividido entre los buenos son los que les siguen y los malos son los que los adversan; los primeros son patriotas, los segundos son lacayos del imperio, entre otras lindezas que el propio Chávez logró que se incorporara en el lenguaje cotidiano del venezolano.
¿De qué se trata ahora este debate que insólitamente se hace viral en las redes? Bueno, se trata también de una lucha de representaciones. La realidad que presenta Alex Tienda de paisajes y de paso una recaudación en dólares destinadas a los niños venezolanos sin lugar a dudas es un acto de lavado de cara al régimen, no porque sea la intención del mexicano pero así funciona.
En mi caso, no soy fan de Javierhalamadrid a veces sus puestas de escena que pretenden ser humoristas devienen en insultos gratis de gente que no tiene por qué ser insultada. Pero en esta ocasión él tiene razón. Lo que él presenta es la realidad de un país y su gente que sufre todos los días por un régimen que nos prometió que seríamos grandes y hoy lo único protuberante en el país es la miseria y la diáspora.
Moleste a quien moleste, es lo que hay que hacer diariamente, hay que recordarle a la gente en esta especie de cortocircuito informativo que ha impuesto el régimen que el país no es una maravilla de montañas, caídas de agua y playas exuberante que son realmente maravillosas, pero que son meros datos geográficos.
Habrá que decirle a Tienda: “Es la gente, estúpido”.
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