El Helicoide, la actual sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en Caracas, se comenzó a construir en la década de los años 60 con la finalidad de crear un moderno centro comercial que contaría con más de 320 locales distintos.
Para muchos representaba una obra arquitectónica de altura por su elaborada estructura y forma helicoidal, que se asemeja a la Torre de Babel. Dicha forma tenía como finalidad que las personas pudieran ir en sus carros hasta las puertas de las tiendas. Sin embargo, la obra se abandonó y durante años el gran edificio permaneció abandonado, reseñó ABC España.
En la actualidad, El Helicoide, la obra de los arquitectos Pedro Neuberger, Dirk Bornhorst y Jorge Romero Gutiérrez, se convirtió en la cárcel de los presos políticos. Dentro de sus instalaciones se recluye a las personas que actúan en contra del gobierno de Nicolás Maduro. Miembros opositores denuncian constantemente las torturas y las condiciones inhumanas a las que son sometidos los presos del lugar.
El caso más reciente es el del concejal Fernando Albán, quien presuntamente se lanzó desde la ventana del piso 10, dos días después de haber sido detenido por aparentes implicaciones en el atentado en contra Maduro.
La oposición venezolana y la Iglesia Católica, de la cual Albán era miembro activo, rechazaron categóricamente las teorías de una muerte provocada y acusan al gobierno de haber asesinado al concejal.
Pese a las expectativas que tuvieron los arquitectos que diseñaron El Helicoide lejos de ser un moderno centro comercial, se convirtió en una cárcel que impone terror a las personas que tienen una visión distinta a la del gobierno.
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