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Necesitamos otro Uribe

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Colombia 2001 estaba en un profundo caos, se hablaba de que sería un Estado fallido, las FARC estaban a punto de tomar el poder, su nueva estrategia de guerrilla las había llevado hasta las goteras de Bogotá, el negocio de la coca de este cartel les daba para mantener con ingentes recursos una acción contra las poblaciones con armamento sofisticado de alta tecnología.

El pueblo hastiado de la ineficacia del Estado frente a las FARC busca una salida diferente, que se desligue del “establishment” de la oligarquía liberal-conservadora bogotana, que comprenda el sentir popular, que represente sus valores tradicionales de religión, honestidad, trabajo, moral, pero sobre todo que de seguridad y acabe con el flagelo del narcoterrorismo comunista de las FARC.

Esa figura tenía que ser un “outsider” pero que surgiera dentro del mismo estamento político, no un payaso, ni un comediante ni un nuevo rico. Surgió entonces la figura de Álvaro Uribe Vélez, abogado antioqueño, había ocupado diferentes cargos públicos, entre ellos senador, pero no era de la élite política tradicional, del Partido Liberal, pero profundamente conservador, arrancó con solo 2% de las intenciones de voto, pero ganó con el 54%.

Su mandato se basó en la política de seguridad democrática, la cual propuso un binomio sociedad civil-Estado frente a la amenaza del narcoterrorismo comunista, cuyo objetivo era el éxito militar contundente que llevara a los ilegales a su desmovilización. Esa política fue totalmente exitosa, arrinconó a las FARC en las selvas de las fronteras, y de no haber sido por el apoyo de los gobiernos del socialismo del siglo XXI, que les dio guarida y sobre todo apoyo, las hubiera aniquilado.

“Durante su presidencia el secuestro se redujo de 2 282 a 213 casos por año y los homicidios disminuyeron de 29 000 a 16 000. La inflación era de 7% en 2002, pasando a 2% al final de su mandato. La tasa de desempleo pasó de casi 16% a 11% y la inversión extranjera pasó de 2 000 millones de dólares anuales a 7 000 millones de dólares en el mismo período. El producto interno bruto creció un promedio de 4,47% al año y Colombia fue uno de solo 3 países que tuvieron crecimiento económico positivo durante la crisis mundial de 2008”. (https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81lvaro_Uribe_V%C3%A9lez )

Colombia 2021 vuelve a estar en un estado de caos, pero la situación es aún peor que la de 2001, las FARC no están en las goteras de Bogotá sino en la plaza de Bolívar, sigue siendo el cartel de coca más grande del mundo, ya no tiene una estrategia guerrillera exitosa, sino que gracias al acuerdo de entrega del país a las FARC del traidor a la patria Juan Manuel Santos, cogobierna el país, ese acuerdo forma parte del bloque constitucional, no han cumplido el acuerdo, pues no han destruido ni una sola hoja de coca, no han reparado ni a una sola víctima, los bienes que entregaron fueron botas y bacinillas, el encargado de la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) dirigida por una ficha del farcsantismo encubrió la billonaria riqueza en dólares de las FARC, de manera que estas supuestamente no tienen ni un peso para reparar a las víctimas, no entregaron la totalidad de las armas, sino las más viejas, las modernas las pasaron a Venezuela, desde donde hoy funciona ese grupo de criminales de lesa humanidad (¿dónde están los misiles que tenían las FARC?), tienen elegibilidad sin haber pagado ni una hora por sus delitos (les regalaron 10 curules y ahora les van a dar 16 más, lo que los hará seguramente uno de los bloques principales del próximo parlamento con solamente unas pocas decenas de miles de votos) y como si fuera poco, tienen impunidad absoluta pues tienen justicia especial, para declararlos inocentes o culpables de delitos políticos conexos (¿de dónde salió la brillante idea de que el narcotráfico, la violación o el secuestro de niños lo son?).

Ya de sí esta situación sería trágica, pero es aún peor, el presidente Duque fue elegido para reformar ese acuerdo de instauración de la dictadura del farcsantismo, pero como está pareciendo que es ficha del mismo, no solo no reformó ni una coma, sino que se ufana de que lo ha cumplido al pie de la letra, aun más ahora quiere ser más papista que el Papa y pretende imponer una justicia especial agraria, para acabar con la propiedad privada rural (https://go.shr.lc/3gdVqfW ).

Pero esto no se queda ahí, no contentos los criminales de lesa humanidad de las FARC con lo que le han regalado, quieren más y por eso están haciendo una guerra asimétrica en las principales ciudades y vías de Colombia, han secuestrado el país con la excusa de un paro, que ha resultado una operación homicida y destructora de la economía nacional, todo un montaje asesino, con fines electorales, como lo confesó uno de sus principales dirigentes (https://twitter.com/gabrieljvelasco/status/1403357059651878918?s=1005).

El presidente Duque no ha sabido o no ha querido enfrentar este paro como lo que es: una acción de terrorismo, para lo cual se necesita de toda la acción del Estado; no,  él se ha dedicado a negociar con los terroristas, dejando a Colombia en un estado de anarquía total. Muy pocos dirigentes han protestado enérgicamente contra este estado calamitoso en que se encuentra la nación y los que lo han hecho no pasan del Twitter.

Ante esta gravísima situación el pueblo colombiano clama por un líder como Uribe (la celestina del marxismo cultural Corte Constitucional parece haber adivinado esta situación, pues hizo un dictamen único en el mundo al dictar una sentencia no general sino contra una persona al prohibir que Uribe pudiese lanzarse de candidato presidencial de por vida), que no esté dominado por las máximas del marxismo cultural, que no  esté bajo la dictadura de lo políticamente correcto, que sienta como suyos e interprete los valores tradicionales del pueblo colombiano, que oiga ese 90% que no quiere para nada a las FARC, que restablezca la política de seguridad democrática y que acabe con la anarquía que la guerra asimétrica de las FARC ha impuesto en Colombia, que no pertenezca al periclitado estamento político, que defienda los valores de la democracia liberal.

Todavía hay tiempo de que surja esa figura. Como señalé arriba, Uribe empezó con solo el 2% en las encuestas de inicio de campaña, o surge esa figura este año, o Colombia estará destinada a ser un Estado fallido, dominada por un cartel del narcoterrorismo comunista. Venezuela será un paraíso al lado de lo que se vivirá bajo un régimen dirigido por un Petro o un Fajardo, como figuras de utilería, pues fungirán de presidente pero el poder estará en manos de los sanguinarios Timochenko, Gentil Duarte, Mayimbu y Pablito.

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