Tengo algunos años escribiendo en medios y aunque no hablo de temas que inciten reacciones desmesuradas, en algunas ocasiones he sido objeto de críticas, ofensas y comentarios maliciosos.
Todo ciudadano está expuesto a este tipo de circunstancia, sin importar su profesión, cualquier persona puede recibir un insulto al expresar su opinión en cualquier medio público o red social. Sin embargo, es importante no engancharse, ni amargarse, ya que hacerlo genera un montón de emociones negativas poco recomendables para la paz y la tranquilidad que necesitamos.
No obstante, muchas veces no sabemos cómo lidiar con las emociones que pueden generar los comentarios destemplados. No siendo psicólogos ni psiquiatras es claro que se nos hace difícil en muchas ocasiones controlarnos. Es por esta razón y a raíz de las ofensas recibidas hace al menos un mes por mi último artículo publicado aquí, investigué y redacté una guía personal para evitar engancharse en disputas virtuales innecesarias.
Piensa antes
El psicólogo Bernardo Stamateas escribió en una de sus columnas del año 2016, Aprender a discutir, que es contraproducente actuar de forma impulsiva en las discusiones. Esto aplica también en las virtuales. Es necesario detenerse a pensar cuál será la mejor forma de responder, si es el caso, o si realmente vale la pena atacar a alguien contestando a una agresión previa. Meditar antes de añadirle fuego a la hoguera siempre impedirá que respondamos ofensivamente. Muy seguro sí reflexionamos y no somos impulsivos evitamos una pelea digital innecesaria.
Piensa que no es personal
Este aspecto es una conclusión elemental de sentido común. La gente que te insulta en redes sociales no te conoce, no saben cómo eres, cuál es tu realidad, cuáles son tus problemas, no conocen tu temperamento, cualidades, logros ¿por qué tendrías que darle tanta importancia a conceptos emitidos por desconocidos? En el mundo digital se juzga e insulta muchas veces como deporte, a un argumento o idea, casi nunca a la persona que la emitió.
Ten presente que quita tiempo
Detenerse a responder insultos en redes sociales te hace perder un tiempo valioso que podrías estar usando haciendo cualquier otra cosa que te de satisfacción y placer ¿por qué perderlo pasando un mal rato?
Recuerda que solo alimentarás la llama
Responder a un insulto te envuelve en una espiral de conflicto. El otro te ofende, tu respondes, de nuevo te insulta, respondes otra vez y así puedes seguir hasta el infinito. La situación desagradable se extiende si la alimentas, todo en lo que te concentras crece, como dicen por ahí.
Práctica el autocontrol
El psicólogo español Rafael Santandreu escribió lo siguiente: «los insultos sólo tienen poder para quien cree en ellos», si practicamos el autocontrol y nos enfocamos en obviar los comentarios negativos les restamos poder a palabras que realmente no la tienen.
En el mundo de hoy hace mucha falta alimentar la inteligencia emocional para no perder el control y conservar la tranquilidad personal que, en ocasiones, los medios sociales, tan útiles y productivos, pueden robarnos.
@luisauguetol
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