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El legado en una semblanza: Jon Ander Badiola (1952-2021)

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Cuando entré como gerente general de Venamcham, fui aprendiendo a convivir con una gran cantidad de personas muy interesantes, miembros de la Cámara y en especial con quienes eran y son directores, presidentes y expresidentes de nuestra asociación. Convivir con todos ellos ha sido una inyección de conocimiento y en especial de aprecio por lo que sigo aprendiendo día tras día.

Ese primer año, 2017, transcurría con su dinámica habitual y, en especial, con sus protocolos muy bien establecidos, sobre todo en lo que se refería a la organización de los asistentes en nuestras reuniones de comités y de junta directiva. A mi izquierda, por este protocolo, se sentaba Jon Ander Badiola, una persona tranquila, pensativa, muy analítica y cuyos comentarios siempre eran muy pertinentes. Una persona que por su jerarquía era el más reciente expresidente de la Cámara. Durante las reuniones hacía una serie de anotaciones de manera seguida, en papeles que siempre me dejaba, y muy meticulosamente iba anotando las horas y minutos en que se iniciaba cada tema planteado en la Junta. Cuando le pregunté en una ocasión el por qué lo hacía, me respondió que era solo por un juego mental que llevaba.

Poco a poco lo fui conociendo y de sentarse a mi izquierda pasó a sentarse al otro lado de la mesa. De ese señor que apenas conocía pasó a ser una persona con quien con frecuencia conversaba, que llegaba temprano antes de las reuniones y se sentaba en mi oficina para conversar, que hablábamos de diferentes temas y quien en el 2020 asumió la responsabilidad de dirigir el comité de Alianza Social de Venamcham.

Jon fue una persona a quien llegué a conocer en los últimos años. Era como tituló un artículo que sobre él se publicó en la revista Business Venezuela en 2016, “un ser humano muy humano”. Orgulloso esposo y padre, trabajador incansable, quien siempre tuvo presente el origen vasco de su familia y el orgullo de ser venezolano. Se enfocó en los temas gerenciales para poder dirigir por muchos años una empresa como Cargill de Venezuela, pero siempre con un sentido social muy profundo, como él mismo señalara en el antes mencionado artículo: “Nos toca un momento muy duro, el tiempo es limitado. Pero nuestra responsabilidad es enfrentar con integridad la construcción de una sociedad que busque el bien común…”

Hoy a través de los diferentes chats en los que estoy, han llovido elogios a una vida plena, llena de satisfacciones y que hoy nos deja grandes ejemplos. Maestro, profesor, amigo, colaborador, un hombre que nos honró con sus enseñanzas y de una calidad humana espectacular. Un gerente, empresario y gremialista visionario, comprometido con diversas instituciones agregando valor y sensibilidad social. Una extraordinaria persona y profesional, humano ejemplar, mentor por excelencia, con un sentido del humor balanceado que a todos alegraba. Gran compañero de trabajo siempre estaba en conexión con todos y siempre contábamos con el apoyo de Jon, gran ejemplo de liderazgo.

Como nos dijo un amigo y miembro de la Junta Directiva de Venamcham: “Con la partida de Jon Ander pierde la tierra, pero gana el cielo, lugar donde al final todos nos encontraremos. Dios lo reciba con los brazos abiertos.”

Descansa en paz, querido Jon.

 

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