La estatal Petróleos de Venezuela -Pdvsa- está luchando por cargar crudo antes de que China imponga un nuevo impuesto a la importación, que ha tomado por sorpresa al régimen de Nicolás Maduro, reveló la agencia especializada Argus.
La mayoría de las exportaciones de Venezuela, indicó el medio, terminan en la provincia de Shandong, donde hay refinerías independientes que se preparan para un nuevo impuesto de 30 dólares por barril sobre el betún diluido.
Esa es la categoría de producto en la que se importa la mezcla de Merey de 16° API producido por la estatal venezolana, y que trasborda silenciosamente a través de Malasia y otros destinos para mitigar el riesgo de las sanciones estadounidenses.
Argus publicó que los altos funcionarios de Pdvsa se vieron sorprendidos por el nuevo impuesto, que exprimiría los pesados barriles. Entrará en vigor el 12 de junio, y la estatal petrolera espera que sus cargamentos lleguen el 11 para que estén libres de la nueva tasa.
Pero los esfuerzos de Petróleos de Venezuela por sacar rápidamente las cargas de su terminal de Jose, en el estado Anzoátegui, se ven obstaculizados por averías en los equipos de carga y problemas de calidad del petróleo, como el alto contenido de metales y sedimentos, subrayó la agencia.
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