Las promesas laborales del Primero de Mayo de 2021

Foto Prensa Miraflores

Cumpliendo con el deber profesional de todo politólogo de escuchar todos los discursos de las fechas especiales, se debe destacar la idea de intentar reestructurar, componer, arreglar o crear un nuevo sistema laboral que atienda las necesidades de los trabajadores venezolanos, es de destacarse una serie de puntos señalados, por el gobierno nacional, que ameritan reflexiones profundas y comentarios alarmantes, filtrados por el tapiz de la prudencia, ante la naturaleza  de algunos planteamientos realizados, como por ejemplo:

Rescate de las prestaciones sociales

Como integrante de las generaciones, que observo como empleados públicos y privados,  adquirían vehículos, casas, productos de línea marrón y blanca, viajes al exterior, joyas, con el dinero obtenido de sus prestaciones sociales, lo que resulta absolutamente increíble para un joven del dia de hoy y que el caso de los actuales empleados públicos con liquidaciones de 20 a 30 años, tal vez alcance para comprar una pizza familiar o una hamburguesa doblequeso, lo que implica la tarea titánica de reanimar un cadáver.

La idea de convertir las prestaciones sociales a petros tiene varias aristas que hay que considerar:

• 1.  Si la idea es solo para los empleados públicos, se estaría castigando y discriminando a todos los trabajadores privados del país.
  2. Si la idea es para todos los trabajadores se crearía una deuda contable  no planificada en dólares (60 $ el Petro BCV), que quebraría a una enorme cantidad de empresas privadas.
  3. Ya en mayo de hace varios años (2019), se creó un sueldo mínimo de ½ Petro (30$) que no se pudo sostener y que hoy día al momento de escribir este artículo implicaría un sueldo mínimo de más de 80 millones de bolívares, muy por encima del celebrado aumento de los 10 millones de bolívares del salario legal.
  4. Al igual que ocurriese en el pasado, con las alcabalas de las máquinas biopago, los susodichos petros pueden circular de un nivel al otro hasta llegar al importador o productor, que no tiene la capacidad de convertir los petros en dólares estadounidenses o euros de la Unión Europea para realizar las importaciones de materias, primas o elaboradas para reponer su inventario.

En definitiva, es tan profundo el daño causado por la hiperinflación, que suena más serio, estudiar la creación de un Fondo de Compensación Laboral,  para que en un futuro al crear una nueva moneda o dejar al dólar estadounidense en forma definitiva se formalice nuevamente un sistema de prestaciones sociales en monedad dura, que permita a los trabajadores del futuro, rescatar los beneficios de los trabajadores del pasado.

Salud y HCM

Es una acción verdaderamente repudiable atacar a las entidades prestadoras de servicios de HCM, como si estas no hubiesen salvado la vida de centenares de miles de trabajadores, que hubiesen conocido otra suerte en el deteriorado sistema de salud público,  que sufrimos en Venezuela desde hace muchos años.

La tesis de eliminar esos mecanismos para depositar dichos recursos financieros en los hospitales del Estado, como si los trabajadores y empresarios no pagaran las cotizaciones del Seguro Social, es un indicativo de que este dinero se hubiese despilfarrado con el saldo aterrador de muertos, que hubiese acompañado dicha medida de eliminación de los HCM, que ha venido ocurriendo al final por efectos de la hiperinflación.

En medio de esta crisis de la pandemia del COVID- 19, la solución más inmediata es solicitar de una vez ayuda internacional y levantar un registro exacto de las instalaciones de salud funcionales y los recursos humanos disponibles, para crear un plan realista de atención en Salud, dejando de lado las consideraciones ideológicas de este prioritario tema.

La solución en términos estructurales para esta problemática, es la puesta en marcha del proyecto de Ley de Salud, elaborado por la Asamblea Nacional pasada, bajo la coordinación técnica del Dr. José Trujillo que implicaba un “salto cuántico” en cuanto a la eficiencia, cobertura y sostenibilidad de un modelo de Salud nacional.

Salarios

Siendo evidente el desfase entre el salario mínimo y el costo  de la canasta básica, en abierta violación al artículo 91º CRBV, desde hace muchos años por cierto, es importante acotar que los sistemas de información contable y laboral han sido superados por la dinámica de la realidad cotidiana, cuando un inmenso nivel de los intercambios de todos tipo de bienes y servicios se realizan en dólares estadounidenses y como tal, los alquileres, asesorías, servicios profesionales, productos terminados, materias primas  y pare de contar se cotizan en una moneda, con la cual se debería pagar el salario, pagar las cotizaciones a la Seguridad Social y liquidar los Impuestos respectivos del sector en que se maneje dicho actor económico.

Esta es una condición fundamental para el autor del presente artículo, para frenar la hiperinflación y comenzar realmente un sistema financiero serio y estable en el tiempo, que acompañada de una reforma tributaria eficaz, permita obtener los recursos necesarios para financiar la Salud, Educación, Infraestructura y Seguridad y Defensa, como objetivos básicos de un Estado moderno.

Ponerse a discutir si el trabajador debe ganar 100-300 dólares mensuales, debe responder a un diagnostico riguroso de la realidad económica nacional y no a la desesperación y manipulación de ofrecer lo que no se puede cumplir en muchos sectores o empresas específicas, por razones estrictamente financieras.

Empresas públicas 

Cuando  observaba la emoción de algunos discursos del pasado 1ero de Mayo 2021,  sobre el éxito de tener 2.450 Consejos Productivos de Trabajadores, mientras que otros anunciaban que disponían de decenas de Unidades Populares Defensa lista para enfrentar una invasión militar estadounidense, me cuestionaba sobre cuántas de estas empresas pagaban impuestos al Tesoro Nacional para contribuir al gasto público y cuantas eran lo que en la República se consideran “empresas zombis” que en su particular criterio, deben ser exterminadas por su ineficiencia, lo que implica conocer un listado de las misma y los balances financieros, lo es fácil de imaginar que no es posible por razones de Seguridad de Estado.

Si la intención es crear un estado eficiente, se debe proceder a la fusión de miles de empresas públicas, fundaciones e institutos para crear un número muy reducido pero eficiente de empresas de prestación de servicios públicos y conexos, evitando caer en situaciones vergonzosas como ciertas entidades que no funcionan por Internet y menos presencialmente por Atención al Ciudadano, denominado burlonamente en algunos lugares como Atención al Soberano.

Conclusión 

En estos escenarios, parece lo más lógico, crear de una vez un nuevo sistema de Seguridad Social, que reconozca el desastre TOTAL en que se encuentran todos los subsistemas de Seguridad Social, desde el punto de vista organizativo y comenzar un registro serio de las 16 contingencias sociales (maternidad, paternidad, enfermedad, invalidez, enfermedades catastróficas, discapacidad, necesidades especiales, riesgos laborales, pérdida de empleo, desempleo, vejez, viudedad, orfandad, vivienda, cargas derivadas de la vida familiar y cualquier otra circunstancia de previsión social.), para hacer una correcta evaluación sanitaria y financiera que evite el despilfarro y la corrupción administrativa, que disparo el costo de la vida para el trabajador en forma exponencial.