Una mujer, Isabel Díaz Ayuso, aspira a repetir como presidenta de la Comunidad de Madrid. Salta para ello todos los obstáculos y trabas puestos por el comunismo español, representado por Pablo Iglesias y, muy especialmente, por el tal Pedro Sánchez. ¿Por qué nos importa tanto?
La recordación nefasta de Rodríguez Zapatero y su daño permanente hasta ahora causado a Venezuela lo cargamos como una rémora y nos importa. En la misma medida que nos interesa sobremanera que el español Baltazar Garzón sea defensor de Alex Saab en el escabroso caso de la detención y muy posible entrega de Cabo Verde a Estados Unidos del llamado testaferro de Maduro y sus demás secuaces. El escándalo con relación a la aerolínea Plus Ultra nos tiene que importar en Venezuela. La cantidad de millones de dólares que han protegido estas y otras operaciones en España y nuestro país tenemos la obligación moral, política, social y judicial de hacerlas nuestras. La visita misteriosa de Delcy Rodríguez a Madrid no podemos obviarla como si fuera el normal vuelo de algún pajarito cantarín.
Díaz Ayuso se ha fajado a bregar. Adelantó las elecciones porque Ciudadanos la abandonó para irse con el PSOE y le tenían listo para la olla del sancocho el cerco en la Comunidad para sacarla. Le quitaron judicialmente de las listas a Toni Cantó, quien fue expulsado del partido Ciudadanos precisamente por apoyarla. Le han dado desde el PSOE con todo lo posible. Y aún así sigue fuerte a la candidatura que no debería contar sino con un triunfo seguro por el amarre trascendente del PP con VOX. Aún así, como ella misma dice: se precisa ir como si les faltara un voto para el triunfo. Por cierto que un afamado periódico español en una encuesta da por cantada esa victoria, como si fuera un hecho ya irreversible. La lucha de Isabel Díaz Ayuso contra Iglesias y Sánchez, contra el PSOE, es la de la libertad contra el comunismo criminal a la venezolana. Por eso debe importarnos tanto. Debe cuidarse ella de todos los intentos maniobreros anteriores y posteriores a los comicios. Debemos recomendarle un permanente ojo aguzado en todas las acciones. Ningún descuido debe permitirse, a pesar de sus enormes habilidades. A pesar de que sigan bajando los puntos de los comunistas, sobre todo después de ofertar calcetines por correo con la marca PSOE a sus seguidores.
Dice la candidata: «No puedo permitir que Madrid pierda su libertad». Ese es el llamado. Luego será el llamado que clame toda España por esa libertad que con ayuda de unos sátrapas españoles nos robaron en una Venezuela manejada siniestramente por grupos de terror. Claro que nos importa y mucho la lucha tenaz que ahora se libra en Madrid y en España. Las elecciones serán el próximo 4 de mayo.
Los venezolanos que voten en Madrid, creyentes en la libertad, deben dejar cualquier cosa por hacer para respaldar con toda su voluntad a Díaz Ayuso. Nos importa mucho a todos, a los de allá y los de acá. Los latinoamericanos amantes de la libertad que residan en España, en Madrid, con derecho a voto están también obligados a respaldar con sus acciones y sus votos la candidatura de la democracia contra el crimen y las corruptelas, la lucha liberadora que representa la actual presidenta de la Comunidad de Madrid. A los venezolanos, a los latinoamericanos, nos importa demasiado España y viceversa, sin dudas.
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