Ya todo está listo para el funeral del príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II fallecido a los 99 años de edad hace una semana, que se realizará este sábado en el castillo de Windsor, en el que el foco central de atención se ubicará en cualquier señal de acercamiento y reconciliación entre los príncipes Harry y Guillermo.
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Los restos del duque de Edimburgo serán enterrados en las inmediaciones del castillo ubicado a unos 50 km al oeste de Londres, siendo esta su voluntad. Sin embargo, no será ni grandioso ni popular como los funerales reales celebrados en el Reino Unido desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Debido a la pandemia solo asistirán 30 personas, la mayoría familiares cercanos.
El príncipe había pedido una ceremonia al estilo militar, puesto que él sirvió como oficial de Marina en la Segunda Guerra Mundial y durante el resto de sus días mantuvo estrechos lazos con el Ejército.
Su féretro será llevado en un Land Rover verde militar, el cual fue diseñado bajo estrictas instrucciones del duque de Edimburgo. Entre los cambios que le realizó al vehículo está la dotación de una sección trasera abierta para llevar el ataúd y pasadores metálicos que impedirán que se mueva.
Foto Steve Parsons / POOL / AFP
El duque trabajó en la creación del coche fúnebre durante 16 años. El vehículo de estructura angular fue retocado por última vez en 2019. El color original de la carrocería fue sustituido por un verde bronce oscuro, tono empleado por muchos todoterreno militares.
Los tres ejércitos estarán presentes en el parque de Windsor para recibir el féretro. Y los cornetines de los Grenadier Guards encabezarán la procesión hasta la capilla San Jorge, donde se celebrará la ceremonia.
El general Nick Carter, jefe de las fuerzas armadas, aseguró en una entrevista con la BBC que el acto reflejará la alta consideración, estima y respeto que los militares tenían por él.
«La ceremonia será de una precisión militar y, sobre todo, una celebración de una vida bien vivida (…) También mostrará lo mucho que las fuerzas armadas le querían y respetaban», agregó.
Foto Steve Parsons / POOL / AFP
Insignias reales
El príncipe también dispuso que se distribuyan algunas de sus muchas insignias reales, las cuales serán colocadas en nueve cojines alrededor del altar en la capilla de San Jorge de Windsor.
Entre ellas, medallas y condecoraciones que le fueron asignadas por el Reino Unido y países de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth), junto con la insignia alada de la Real Fuerza Aérea (RAF) o el bastón del mariscal de campo, posicionadas sobre nueve cojines en el altar.
Pidió que figurara una insignia de Dinamarca y Grecia -Orden del Elefante y Orden del Redentor-, respectivamente.
Tensión entre hermanos
Aunque esta será la primera aparición pública de Harry con la realeza desde que él y su esposa Meghan abandonaran la familia real británica hace un año para mudarse a California, Estados Unidos, no será el primer encuentro cara a cara con su hermano William, de 38 años de edad y segundo en la línea sucesoria al trono tras su padre Carlos.
Ambos se reunieron por primera vez el pasado lunes para rendirle un sentido homenaje a su abuelo en el palacio de Westminster.
Sin embargo, este sábado Harry no caminará tras el féretro de su abuelo junto a su hermano William, pues entre ambos se situará su primo Peter Phillips.
Al conocerse este detalle, la picosa prensa británica alimentó la especulación sobre una persistente disputa, pero un portavoz del palacio de Buckingham recomendó, en declaraciones a The Sun, no entrar en percepciones y dramas en este momento tan difícil para la familia real.
«Las disposiciones se acordaron así y representan los deseos de su majestad» la reina, agregó.
Isabel II llegará en un Bentley oficial junto con una dama de compañía y se sentará sola en la capilla.
También trascendió que los miembros de la realeza no vestirán sus uniformes militares, como es tradición, para evitar que el duque de Sussex sea el único familiar no uniformado.
Entre los presentes en el funeral, además de los familiares del príncipe Felipe, está invitada una amiga íntima del duque, la condesa Mountbatten de Birmania, que compartía con él la pasión por conducir carruajes de carreras.
Con información de AFP, EFE Y BBC
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