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Audio porno: sin imagen, todo pasa por el sonido

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En una época de reinado de los podcasts, la escucha, el acto de poner atención a lo que alguien dice dónde, cuándo y cómo el oyente quiere, se volvió una realidad. Por eso no llama la atención la proliferación en los últimos tiempos de un a nueva forma de consumo de pornografía, que no tiene que ver con la imagen, sino con el sonido: el audio porno.

Lejos del concepto tradicional de pornografía, donde la imagen lo es (casi) todo, el audio porno plantea a quien lo consume exactamente lo contrario: centrarse solo en los sonidos para lograr la estimulación deseada. El concepto consiste en dejar de lado lo visual para concentrarse en la escucha. Sin nada que mirar, la persona es capaz de imaginar distintas situaciones y dejar volar su imaginación, algo que resulta sumamente excitante.

¿Qué sonidos? Obviamente los de un orgasmo. Las bibliotecas de este tipo reúnen cientos de grabaciones de orgasmos para dejar volar la imaginación. El gran diferencial respecto del porno tradicional (además de la falta de imagen, claro) es que todos son reales y no ficticios. Sí, detrás de toda producción triple X hay un doblaje, por eso mismo la autenticidad de los sonidos en un universo en el que poco parece ser verdadero, es lo que vuelve la escucha mucho más estimulante.

Dar voz al placer real

Una de estas bibliotecas de sonido se llama Librería de Orgasmos, un sitio web asociado Bijoux Indiscrets (una exclusiva tienda erótica española hecha por y para mujeres con los juguetes más trendy del mercado) que buscó “desenmascarar” a la industria y dar voz al placer real.

El proyecto busca “mostrar la diversidad del placer femenino ayudando a romper las creencias que condicionan nuestra vida sexual. Las películas pornográficas y románticas tienen una gran influencia en nuestros anhelos, expectativas y comportamientos sexuales”, sostienen en su página web (libreriadeorgasmos.com). Este proyecto busca desmitificar esas ideas con las que crecimos y estamos influenciados.

El sitio se nutre solo de sonidos de mujeres de más de 18 años que colaboran con el proyecto subiendo sus propias grabaciones. La mayoría son breves (de 5 a 15 segundos), y obviamente, todo queda en el anonimato, lo único que acompaña los sonidos son unos hashtags, un nombre que le otorga la dueña de ese sonido y una especie de gráfico que “pinta digitalmente” al orgasmo a medida que se desarrolla para ver cómo luce. Incluso, hasta puede hacerse una impresión gráfica y compartirlo en redes sociales. En total, hay casi 200 audios de mujeres de todo el mundo, orgullosas de mostrar cómo disfrutan de su sexualidad.

SoundsOfPleasure

Sin intenciones de ser un proyecto sociológico como la Librería de Orgasmos, el blog SoundsOfPleasure ofrece también un amplio abanico de sonidos triple X para escuchar solo o acompañado. Son miles de audios de varios minutos, y en este caso no hay una curaduría estética ni nada que se le parezca. Básicamente, se trata de ir al grano, de una manera simple y directa, como ocurre en una película porno. A diferencia del proyecto anterior, en cada audio se da una breve reseña de dónde, en qué situación y quién lo grabó sin dar a conocer nunca la verdadera identidad, lo que permite recrear mentalmente la situación en lugar de imaginarla.

Para hacer la tarea más sencilla, SoundsofPleasure permite buscar por etiquetas (hay muchas) aunque las clásicas son hombre + mujer, solo hombre, solo mujer y parejas lesbianas o gays. También es posible buscar en función de acentos o idiomas. E, incluso, según sus “autores” porque es posible subir varios audios.

Ser uno mismo

En la página además destacan que hay que estar seguro a la hora de subir una grabación porque si bien es posible removerla, dicen que es complicado. O sea, no suele haber vuelta atrás. Para los osados que aun así deciden subir los sonidos de sus encuentros sexuales, la página da tips (por ejemplo, apagar la televisión o la radio para que no haya sonidos que interfieran), y aunque aclaran que los audios no son editados, puede pasar que los que no sean audibles los modifiquen para que puedan escucharse. Pero el mejor consejo y lo que recomiendan en el sitio es que quienes lo hagan “se diviertan mientras graban el audio y sean ellos o ellas mismas

Por Laura Reina

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