Depender de un subsidio en alimentación por parte del gobierno es algo absurdo para un ciudadano independiente, peor aún, que a costa del hambre y la necesidad de sectores populares y estratos bajos se estén lucrando a través de la denominada caja Clap deja mucho que pensar.
No es secreto para el venezolano que existe una mafia interna relacionada al Comité Local de Abastecimiento y Producción (Clap), donde se ha denunciado infinita cantidad de veces que las cajas de alimentación vienen con menos productos que lo establecido antes de ser adquiridas.
Además, que existe el ilegal aumento del precio a esta caja alimentaria a costos sobre elevados de: Bs.S 155. Bs.S 180. Bs.s 300 y hasta Bs.S 350. Siendo que el mismísimo Presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, ha impuesto un precio fijo de Bs.S 100 (equivalente a Bs.F 10.000.000) a dicho subsidio alimentario.
Otro aspecto negativo a tomar en cuenta es que según el primer mandatario presidencial, cada 15 días debería llegar la caja Clap a los hogares, pero la realidad es distinta, debido a que hay localidades que han tenido que protestar trancando calles porque el subsidio alimentario ha tardado hasta dos meses en llegar.
Para colmo de males, los consumidores de dichos productos distribuidos por el gobierno venezolano han expresado que algunos de estos alimentos (en su totalidad importados de México o Arabia) son de mala calidad y que les han ocasionado problemas estomacales.
Pero la trama de corrupción con las cajas Clap aun no cesan, autoridades mexicanas desarticularon una red de especuladores que compraba comestibles de baja calidad y los revendía en Venezuela con sobreprecio, así lo informó la Procuraduría General de la República (PGR) de México.
Esta red, formada por personas y empresas mexicanas y de otras nacionalidades, compraba los comestibles en México con recursos del programa de Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) de Venezuela. Este grupo ha obtenido recursos públicos venezolanos desviándolos de sus fines humanitarios para adquirir alimentos y especular comercialmente aprovechándose de la carestía alimentaria que aqueja a Venezuela.
En @ReporteYa seleccionamos algunas opiniones de nuestros destacados seguidores:
Nuestra seguidora, Sonia Martínez @smgm05 señala: “La revolución hambreadora. Nunca les ha importado el pueblo, sino raspar este bendito y manipulado país”.
El Economista, José Castillo @jgcastillo7 expresa: “¿Ese negoción de los Clap será algo así como un Obedrecht chiquito?”
La usuaria, Erika Lagata @LatinaLagata redacta: “¡El negoción del siglo! Donde rojos, amarillos, blancos y naranjas pagarán con creces todo lo robado”.
La cuenta, Libertad Venezuela @Libertvenez escribe: “Lo peor es que quieran someter a todos a la compra de una miserable caja porque destruyeron el trabajo, ya sea la producción en los campos o las fuentes de trabajo público y privado, ellos quieren vivir de lo importado”.
Nuestro seguidor, Thor18 @Thor1819 comunica: “Y lo peor es que esos productos atentan contra la salud del pueblo venezolano. ¡Qué Dios nos proteja!”.
La Abogado, María Eugenia Lodis @Lolita250852 comenta: “Otro negocio millonario a costillas del pueblo”.
La usuaria, Zoraida Guanchez @ZoraidaGuanchez argumenta: “Tal cual con la comida, con las medicinas, con los repuestos de los carros, o sea, enriqueciéndose con la miseria y el dolor del pueblo”.
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