Otro año más en la conmemoración del Día del Médico, 10 de marzo, una fecha muy emblemática para todos los médicos venezolanos. En este día recordamos y enarbolamos la memoria del padre de la Medicina venezolana: Dr. José María Vargas, primer presidente civilista que tuvo el país, pero además destacado científico, académico y primer rector de la Universidad de Caracas .Es indudable que no podemos dejar de mencionar en esta fecha el nombre y las grandes virtudes de este ilustre venezolano, quien aportó muchos valores en su época. No obstante, a la conmemoración de este año se suma otra visión a la que se le debe dar la importancia que refleja.
A poco de cumplirse un año de haber decretado la presencia del coronavirus en nuestro país y también el inicio de la cuarentena, se ha confirmado lo que siempre hemos estado clamando y denunciando: lo frágil, débil, o mejor dicho, inexistente sistema de salud.
A Venezuela le llegó la pandemia hace casi un año, con la ineficiencia e incompetencia de las autoridades sanitarias para enfrentarla. Con hospitales en crisis a escala nacional, desprovistos de insumos, equipos médicos, con disminución de camas operativas, también déficit de recursos humanos, y por supuesto con la crisis de servicios básicos que han afectado la funcionalidad de los centros de salud. No hay que dudar de que todos estos factores han influido de manera dramática para enfrentar esta grave crisis sanitaria mundial. Y Venezuela, por supuesto, no ha quedado exenta de la misma.
Esta fecha refleja un motivo que nos aleja mucho más del sentido que debería tener: un día de regocijo y de celebración. Desde hace años ese sentido está ausente en la conmemoración del Día del Médico. Pero hoy debe privar el sentido homenaje a todos los colegas caídos en este tiempo de pandemia; aquellos que partieron y en quienes predominó el criterio clínico de la COVID-19 como la causa principal de muerte. Y que representan el número más alto en lo que se refiere a fallecimientos del personal médico por esta causa, en América Latina.
De acuerdo con las cifras extraoficiales de la reconocida asociación civil Médicos Unidos de Venezuela, hasta el día de ayer eran 354 los fallecidos del sector salud. La mayoría perteneciente al gremio médico, con un total de 262. Aunque el reconocimiento es a todos por igual, un personal muy valioso que murió por cumplir con la responsabilidad que les correspondía. Tengamos presente que, según los voceros oficiales, solo se han reportado en el país 1.391 muertos a causa del virus.
La mayoría de los médicos se contagió en sus lugares de trabajo, los que laboraban en los centros públicos fueron víctimas de la falta de equipos de protección personal y las deterioradas condiciones hospitalarias. Algunos se contagiaron en la atención privada o en otras circunstancias, algunos fallecieron fuera de nuestras fronteras. Pero lo que importa es que fueron médicos venezolanos formados en las reconocidas facultades de Medicina de nuestro país. Colegas de gran trayectoria se nos fueron. Tengo el gran recuerdo de algunos, y me siento privilegiada de haberlos conocido y de ser testigo de lo que fue su dedicación a la atención del paciente. Debo mencionar al Dr. Luis Urdaneta, nefrólogo de gran trayectoria, de quien guardo un eterno agradecimiento y cariño, pues tuve el honor de haberlo tenido como profesor en esa especialidad; era un gran docente.
Muchos dieron su vida cumpliendo la gran responsabilidad de atender al paciente, llevando en su corazón el famoso juramento hipocrático, el cual nos llenó de orgullo en el momento de nuestra graduación como profesionales de la salud. No podemos dejar de mencionar a los colegas que se mantienen activos en la primera línea de atención en los actuales momentos, ellos también merecen un homenaje. La pandemia no ha terminado. Todos los que pertenecemos al sector salud estamos en riesgo, pero lo más importante es que el médico venezolano nunca dejará de cumplir con su responsabilidad.
Hoy, Día del Médico, todos los venezolanos debemos rendir un sentido tributo a nuestros queridos colegas que ya no están con nosotros, y que fueron víctimas de la COVID-19, y que fueron ejemplo de la Medicina venezolana. No podemos permitir más muertes. Debemos crear conciencia y responsabilidad en todo el pueblo venezolano de que esta crisis sanitaria no ha finalizado. No más muertes en el personal de salud, no más muertes de venezolanos. Exijamos a la autoridad oficial que actúe con la debida competencia y sensatez, aunque es algo difícil que lo cumpla.
Hoy nos llenamos de tristeza e impotencia., en memoria por nuestros médicos caídos.
@mariayanesh
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