Con solo 14 años, la nadadora panameña Emily Santos enfrenta con “alegría”, como una receta «para superar todos los miedos», el reto que supone participar en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
“Nunca lo esperé, cuando me dieron la noticia me hizo muy feliz. Es muy emocionante, hay algo de nervios, pero estoy feliz de poder representar a Panamá a los 14 años en unos Juegos Panamericanos”, expresó con entusiasmo la nadadora en una entrevista con EFE.
Santos es la atleta más joven de los 84 deportistas panameños que competirán en la justa panamericana y mira como una gran experiencia competir con los “grandes ligas” de la natación del continente americano.
“Espero tener buenos resultados en esta competencia”, dijo la atleta, que a principio de este mes consiguió la marca B para competir en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 en el Campeonato Centroamericano y del Caribe de Natación (CCCAN) en Barbados.
En el CCCAN, Santos se colgó las preseas de oro en los 50 metros pecho (33.38), 100 metros pecho (1:13.40) y 200 metros pecho (2:38.78.), en la división de 13-14 años.
Pese a su corta edad, la panameña dejó claro que en los Panamericanos su objetivo es “pasar a las finales”, con eso sería “muy feliz”, mientras que los Juegos Olímpicos son su meta a largo plazo.
“Poder ir a unos Juegos Panamericanos a esta edad es un gran logro y una ganancia para mí”, expresó Santos, quien ve como un ejemplo a seguir a la nadadora húngara Katinka Hosszú, quien es la dueña y señora de los 200 y 400 metros estilos.
“Recuerdo que en sus primeras olimpiadas a ella no le fue bien, aun así siguió luchando por sus sueños y trabajando. En los siguientes Juegos Olímpicos ganó oro y rompió récords (…), ella es una gran inspiración para mí”, dijo.
Para la panameña, medirse con su ídolo en la pileta sería cumplir otro “sueño”.
“¡Guau! No he conocido a Katinka aún, pero si llego a unos Juegos Olímpicos, solo verla a ella sería muy emocionante”, apuntó.
Santos recuerda que comenzó recreativamente en la natación a los cinco años y a competir a los 9 y su primera medalla fue a los 10 en un Centroamericano en Guatemala.
“Comencé con muchos deportes y después me quedé con triatlón. Mi mamá me dijo que dentro de las tres cuál me gustaba más, le dije que natación y después un coach (Carlos González) me vio y le dijo a mi mamá que nadaba bien, pero necesitaba trabajar los estilos y, bueno, ahí comenzó todo”, manifestó.
Reconoció que sus padres siempre le aconsejan no rendirse nunca ante las adversidades.
“Probablemente habrán nadadores en esta competencia (Juegos Panamericanos) más altos, con más experiencia que yo, pero me enseñaron a nunca tenerles miedo, porque igualmente tengo brazos y piernas, igual que ellos, y tengo las mismas oportunidades”, sentenció.
Santos siente que influye en otros atletas más jóvenes, y es por eso que recomienda trabajar fuerte por sus metas.
“Para llegar lejos hay muchos sacrificios. Es muy duro el camino, pero vale la pena, dentro de todo hay bonitas experiencias, conoces atletas de otros países, conoces otros países. Es bonito y siento que vale la pena todo el sacrificio hecho”, manifestó.
Otro de los deseos de Emily es poder estudiar y entrenar fuera de Panamá, porque así podría prepararse mejor para futuras competencias.
“Sería provechoso para mí salir a estudiar afuera y entrenar en otras partes”, apuntó. EFE
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