Donald Trump está de vuelta: por primera vez desde que dejó la Casa Blanca, el exmandatario dijo que puede postularse nuevamente como candidato para la Presidencia de Estados Unidos en 2024, y aseguró que la supervivencia del país depende de los conservadores.
El político de 74 años de edad dio un esperado discurso en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés), celebrada en Orlando, Florida (sureste).
Allí, Trump se mostró decidido a recuperar el control del Partido Republicano desplazado del poder, y aunque coqueteó con la posibilidad de otra candidatura presidencial, dejó abierta la duda.
«En realidad, sabes que acaban de perder la Casa Blanca», dijo Trump sobre los demócratas, promoviendo nuevamente la falsedad de que se le negó un segundo mandato debido a un fraude electoral.
«Pero quién sabe, ¿quién sabe?», gritó. «Incluso puedo decidir vencerlos por tercera vez», arengó.
Y señaló que el devenir del país depende de los conservadores: «Estamos en una lucha por la supervivencia de Estados Unidos tal como lo conocemos. Esta es una lucha. Esta es una lucha terrible, terrible, dolorosa… En última instancia, siempre ganamos», aseguró.
Bloqueado en Twitter y de otras redes sociales, Trump ha mantenido un perfil bajo en su complejo de Mar-a-Lago en Florida desde que dejó la Casa Blanca el 20 de enero.
Así, la CPAC fue una oportunidad para volver a escena, recibido por una multitud de fanáticos con una larga ovación de pie. La gran mayoría asistió sin máscara a pesar de las recomendaciones de expertos en medio de la pandemia de coronavirus que ha causado más de medio millón de muertes en el país.
«El increíble viaje que comenzamos juntos está lejos de haber terminado», lanzó Trump sobre su movimiento populista. «Y al final, ganaremos», dijo.
El exmandatario pidió también fin a los rumores de que podría tomar su base de apoyo para crear una agrupación política. «No voy a comenzar un nuevo partido», afirmó. «Tenemos el Partido Republicano. Se unirá y será más fuerte que nunca», aseguró, llamando a la unidad de los conservadores.
Como estaba previsto, Trump atacó a Biden y dijo que el demócrata acaba de concluir «el primer mes más desastroso» de cualquier presidente moderno.
Pero también describió al país como una tierra dividida. «Nuestra seguridad, nuestra prosperidad y nuestra propia identidad como estadounidenses están en juego», aseguró en un discurso en el que atacó a los inmigrantes, criticó la «cultura de cancelación» y arremetió contra las políticas de Biden sobre cambio climático, energía e integridad electoral.
«Nota de advertencia»
Los partidos estadounidenses suelen realizar un ajuste de cuentas después de una serie de reveses como los que ha sufrido el Partido Republicano durante los cuatro años de mandato Trump: la pérdida de la Casa Blanca, el Senado y la Cámara de Representantes.
El partido también quedó marcado por las repetidas mentiras del expresidente sobre su fracaso electoral frente a Biden, su juicio político por incitar a una insurrección en el Capitolio el 6 de enero, y la extraordinaria escisión que ha provocado entre los republicanos tradicionales y los populistas pro-Trump.
Pero, en lugar de deshacerse de su problemático líder y trazar un nuevo camino hacia el poder, gran parte del partido sigue viendo a Trump como un asidero para su futuro.
Es una percepción que él ha fomentado, erigiéndose en un vengativo e influyente republicano. El viernes apoyó la causa de un exasesor contra un congresista de Ohio que votó a favor de su destitución.
Al menos en la CPAC, el entusiasmo por su figura se mantuvo alto. Los asistentes posaron junto a una brillante estatua dorada de Trump, y los vítores se elevaban cada vez que los panelistas elogiaban al expresidente.
En un sondeo realizado en la conferencia y publicado justo antes de su discurso, casi 7 de cada 10 encuestados dijeron que quieren que se postule nuevamente.
En cuanto a la dirección futura del partido, el apoyo al trumpismo fue sólido como una roca, y 95% de los encuestados deseaba continuar con las políticas y la agenda de Trump.
Pero cuando se les preguntó a quién prefieren como candidato del partido en 2024, un moderado 55% eligió a Trump, y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, anfitrión de facto del CPAC, quedó en un distante segundo lugar con 21%.
El respetado estratega republicano Karl Rove dijo que hubiera esperado un resultado más contundente para Trump, especialmente en un entorno que parece apoyar al expresidente.
«Lo tomaría como una nota de advertencia», consideró en Fox News. «Necesita refrescar su acto».
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