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«Fatiga del metal», la razón por la que se averió el motor del avión de United Airlines

Por AFP
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La «fatiga del metal» es ahora la pista preferida por las autoridades para explicar el incidente ocurrido el sábado 20 de febrero en un vuelo de United Airlines en Estados Unidos, que condujo a la inmovilización de parte de la flota mundial de los Boeing 777.

Un Boeing 777-220 de la compañía estadounidense United Airlines que acababa de despegar el sábado de Denver (Colorado) hacia Honolulu (Hawái) con 231 pasajeros y 10 tripulantes sufrió el incendio del motor derecho, y los pilotos debieron efectuar un retorno de emergencia.

La aeronave consiguió dar la vuelta y aterrizar en el aeropuerto, pero piezas metálicas del fuselaje cayeron sobre una zona residencial de los suburbios de Denver. Nadie resultó herido.

El fabricante de aviones estadounidense recomendó el domingo en la noche la suspensión de vuelos de los 128 aviones en todo el mundo equipados con un motor similar, y un portavoz confirmó a AFP el lunes que todos habían sido inmovilizados.

De estos, 69 estaban en servicio, incluidos 24 de United Airlines, 13 de Japan Airlines (JAL), 19 de All Nippon Airways (ANA), 7 de Asiana y 6 de Korean Air. Los otros 59 estaban guardados por separado.

Examen preliminar

En Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación (FAA) ordenó inspecciones adicionales en estos Boeing 777 con motor Pratt & Whitney, y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) también investiga el incidente.

«Un examen preliminar en el lugar indica daños compatibles con una fatiga del metal», un proceso de degeneración del material, dijo el lunes el presidente de la NTSB, Robert Sumwalt, en conferencia de prensa.

También confirmó que dos de los álabes de un compresor estaban dañadas. Uno de ellos fue hallado en una cancha de fútbol, el otro quedó atascado en el motor.

Los funcionarios de la FAA se reunieron con representantes de Boeing y de Pratt & Whitney el domingo por la noche. El fabricante de motores estadounidense dijo que estaba cooperando con la NTSB y «continuará trabajando para garantizar el funcionamiento seguro de la flota».

United Airlines decidió retirar la aeronave de su programa de vuelo y continuará trabajando en estrecha colaboración con los reguladores para determinar los próximos pasos que se darán.

Reino Unido decidió el lunes, por su parte, cerrar su espacio aéreo a los Boeing 777. Y el Ministerio de Transporte de Japón dijo que había ordenado inspecciones más estrictas del motor Pratt & Whitney después de que un 777 de Japan Airlines (JAL) que volaba desde el aeropuerto de Tokio-Haneda a Naha en la isla de Okinawa experimentó problemas con un motor de la misma familia en diciembre.

Nueva prueba para Boeing

Las acciones de Boeing cayeron más de 2% el lunes en la Bolsa. El incidente supone un nuevo revés para el fabricante de aviones, que apenas se recupera de la crisis del 737 MAX, su avión insignia que quedó en tierra en mayo de 2019 tras dos accidentes que dejaron 346 muertos.

Después de casi dos años de prohibición, una modificación del software de control de vuelo y la implementación de nuevos protocolos de entrenamiento de pilotos, el 737 MAX fue autorizado nuevamente para volar.

Boeing también se ha visto duramente golpeado, como su rival Airbus, por la pandemia de covid-19 y sus desastrosas consecuencias en el transporte aéreo internacional.

La crisis sanitaria provocó la cancelación de cientos de pedidos de aviones.

Las autoridades holandesas también anunciaron el lunes la apertura de dos investigaciones tras la caída dos días antes de piezas del fuselaje de un avión de carga Boeing 747-400, que hirieron a dos personas en el sur del país.

Expertos creen, sin embargo, que el incidente del 777 en Estados Unidos es más un problema de mantenimiento o de motor que del diseño del avión por parte de Boeing.

En servicio durante más de 25 años sin accidentes importantes, el dispositivo tiene una reputación muy sólida, subrayó Michel Merluzeau, experto de la firma AIR.

El problema actual «no tiene nada que comparar» con la crisis del Boeing 737 MAX, estimó también Richard Aboulafia, analista de Teal Group, especialista en aeronáutica.

«Después de todos estos años de servicio, es poco probable que se trate de un problema de diseño del motor», señaló. «Definitivamente tiene que ver con el mantenimiento».

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