La ayuda humanitaria entrará a Venezuela el 23 de febrero sí o sí. Esas palabras, pronunciadas por Juan Guaidó en 2019, quedaron envueltas en la frustración de los venezolanos que esperaban que ese día la Guardia Nacional Bolivariana permitiera el paso de aproximadamente 600 toneladas métricas de insumos a un país devastado.
Las imágenes de un camión incendiándose en la frontera con Colombia se convirtieron en la metáfora de una nación que aún clama por el ingreso de medicamentos y comida. La situación no ha mejorado desde entonces: Nicolás Maduro demostró que tiene de su lado una fuerza militar que ignora los llamados de la oposición venezolana y que no está dispuesto a ceder el poder.
Otro vehículo resultó afectado, pero no completamente.
Como un día muy doloroso lo recuerda Manuela Bolívar, diputada a la Asamblea Nacional elegida en 2015, en declaraciones ofrecidas a El Nacional. La emergencia humanitaria, agregó, ha tenido consecuencias más agudas que tomará mucho tiempo superar.
«Ese día el mundo mandaba un mensaje de voluntad para aumentar su ayuda en esa circunstancia, y simplemente se le cerró la puerta«, manifestó.
Bolívar resaltó que la comunidad internacional debe seguir insistiendo. Señaló que los países han financiado a Venezuela desde programas de vacunación básicos hasta equipamiento para hospitales. Aunque, ante la enorme crisis, ese soporte puede no ser suficiente para los más de 200 centros de salud que necesitan apoyo.
«Es realmente doloroso lo que vivimos, pero la solución requiere del Estado de Derecho. Venezuela, para salir de la emergencia, necesita no cooperación humanitaria, sino de financiamiento, es decir, créditos. Hoy aunque vemos menor desabastecimiento producto de una enorme importación, es realmente desigual el acceso a alimentos y medicamentos», dijo.
Se desató la violencia
Luego de que los camiones comenzaron a avanzar hacia Venezuela desde Cúcuta por el puente Francisco de Paula Santander, los organismos de seguridad del régimen dispararon gas lacrimógeno y perdigones. La situación generó una respuesta de manifestantes que custodiaban los cargamentos, según quedó registrado en videos de decenas de medios nacionales e internacionales.
La atención mundial estaba centrada en ese punto entre Venezuela y Colombia.
En medio del enfrentamiento comenzó a incendiarse la ayuda humanitaria que estaba en un camión que aguardaba en el paso binacional. Las imágenes se viralizaron rápidamente en las redes sociales; el hecho fue condenado por la comunidad internacional y muchos venezolanos expresaron descontento.
#AvalanchaHumanitaria I Guardia venezolana reprime a manifestantes con gases lacrimógenos y perdigones.
Vía: @amandasanchezc
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— Caracol Radio (@CaracolRadio) February 23, 2019
Ciudadanos y miembros de organizaciones sociales inmediatamente trataron de salvar de las llamas, en la medida de lo posible y arriesgando sus vidas, la mayor cantidad de cajas. El momento desesperaba: parecía que todo se quemaba junto con el determinante «sí o sí» que días antes había soltado Guaidó ante una multitud en Caracas.
Del incendio, ¿quién fue el responsable?
Las respuestas están planteadas, dependiendo de qué lado se vea. La oposición venezolana, respaldada por la Asamblea Nacional y la comunidad internacional democrática, acusa al régimen de Maduro de ordenar a los militares el incendio de los camiones que transportaban los insumos.
La perseverancia restaurará la democracia y vencerá la tiranía de Maduro en Venezuela. Orden de Maduro de atacar los camiones llenos de ayuda humanitaria es inconcebible. EE.UU. continuará ofreciendo asistencia humanitaria para ayudar al pueblo de Venezuela. #EstamosUnidosVE pic.twitter.com/KKKCx8dTxp
— USA en Español (@USAenEspanol) February 28, 2019
Pero desde la cúpula del chavismo, además de asegurar que las cajas contenían presunto material bélico y que la culpa recaía sobre supuestos guarimberos, usaron a su favor un reportaje que The New York Times publicó dos semanas después.
El diario estadounidense, luego de una investigación digital y del análisis de fotografías y videos del momento a los que tuvo acceso, señaló que aparentemente el incendio se originó por un cóctel molotov lanzado por uno de los manifestantes.
«Una bomba casera hecha con una botella fue lanzada a las fuerzas de seguridad que bloqueaban un puente que conecta a Colombia y Venezuela para impedir que los camiones con la ayuda pudieran cruzar. Pero el trapo usado para que estallara la mezcla se separó de la botella y, ya encendido, voló hacia el camión», explicó.
Turbulencia por presunta corrupción
Poco después, la situación se empañó luego de que surgieron graves acusaciones de corrupción en contra de varios funcionarios del gobierno interino de Juan Guaidó en Colombia y que, a pesar de que han garantizado el manejo transparente de los fondos, todavía genera duda en venezolanos.
Por el presunto desvío de fondos destinados a apoyar a los inmigrantes venezolanos en Colombia, Guaidó ordenó el relevo de Rossana Barrera y Kevin Rojas, dos presuntos implicados. También respaldó que la Fiscalía de Colombia iniciara la investigaciones correspondientes.
Desde entonces no se han conocido los avances relacionados con las averiguaciones.
El politólogo Pedro Urruchurtu dijo a El Nacional que el intento de ingreso de la ayuda humanitaria a Venezuela y las posteriores denuncias de presunta corrupción y el mal manejo de la situación surgieron para comenzar a lapidar el capital político de Guaidó.
«Desde ese momento Guaidó selló la desconfianza que el pueblo venezolano comenzó a sentir hacia él y empezó su caída. Se pretendió hacer creer que iba a haber un quiebre en la frontera y que iba a pasar la ayuda humanitaria. Pero el régimen sencillamente utilizó todas sus fuerzas para no permitir que eso ocurriera», manifestó.
«Ese momento, más que determinante para la transición, nos alejó de ella por los errores políticos que se cometieron. Quedan muchas preguntas que responder, y hay una enorme falta de transparencia por parte de quienes fueron los responsables y que todavía le deben respuestas al país», añadió.
En claves
1. Dentro del contexto del intento de entrada de la ayuda humanitaria a Venezuela hubo importantes deserciones en la Guardia Nacional Bolivariana, aunque Vladimir Padrino López, ministro de Defensa del régimen, trató de desvirtuarlas. Varios funcionarios militares, y también de la policía, cruzaron hacia Colombia para buscar resguardo luego de expresar su desacuerdo con Maduro.
2. Guaidó, reconocido por decenas de países como presidente encargado de Venezuela, informó ese día que un camión con ayuda humanitaria logró entrar por la frontera con Brasil. Mientras, un buque que había zarpado desde Puerto Rico con insumos debió dirigirse a Bonaire ante las amenazas de ataque por barcos de la Armada venezolana.
3. En medio de los hechos irregulares, que también se registraron en poblados fronterizos como Ureña y Santa Elena de Uairén, más de 200 personas resultaron heridas y varios fallecieron por diversas causas, principalmente por impactos de bala durante la represión.
4. La oposición mantiene que los hechos que ocurrieron el 23 de febrero dieron a conocer al mundo, en mayor dimensión, la emergencia humanitaria de Venezuela y cómo el régimen de Maduro impidió el ingreso de las medicinas y de los alimentos, sin importar que había venezolanos que morían en hospitales o por hambre.
5. Dirigentes han asegurado que los insumos han ingresado paulatinamente al país, pero por mecanismos desarrollados principalmente por la Organización de la Naciones Unidas y la Cruz Roja Internacional.
Esta versión la confirmó Bolívar a este medio. Indicó que la participación de la ONU ha hecho posible que se apliquen todos los protocolos de control y seguimiento para evitar el desvío de los recursos o su uso indebido. Reconoció, sin embargo, que un tema de fondo es el acceso a la información.
Expuso que mantener mayor transparencia, en un escenario de ataques, persecución y hostigamiento, obliga a las organizaciones humanitarias a mantener políticas de seguridad para no sobreexponer a quienes las apoyan.
«Una apertura, una mayor neutralidad y capacidad permitiría a las organizaciones nacionales e internacionales comunicar más lo que hacen. Pero sin confianza, con riesgos y persecución es muy difícil que sea diferente», dijo.
6. Un día antes, el 22 de febrero de 2019, cerca del puente binacional Las Tienditas, que fue obstaculizado con contenedores, se desarrolló el multitudinario Venezuela Aid Live. En ese concierto se recaudaron más de 2,3 millones dólares, según el balance oficial. Se aseguró que los fondos se destinaron para atender desnutrición infantil, el acceso al agua potable, y los servicios de salud, entre otros.
7. Como si se trató de un triunfo, Maduro bailó junto con Cilia Flores, su esposa, durante un mitin organizado por el chavismo en Caracas para «celebrar» la supuesta derrota de un intento de golpe de Estado, como él mismo lo afirmó ese día.
«La gran lección que nos dejó el 23 de febrero de 2019 es que Venezuela merece que le hablen con la verdad. Incluso los aliados internacionales se sintieron burlados. Además, se demostró que hay errores que se pagan muy caros y, en el caso de Venezuela, esto será parte de la reflexión cuando toque rendir cuentas de qué se hizo, qué no se hizo, qué se hizo mal y qué se hizo muy bien. Pero cómo al final todo lo opacó una muy mala gestión y falta de transparencia, desde el concierto hasta lo que pasó ese día», señaló Urruchurtu.
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