El expresidente de Estados Unidos Donald Trump ofreció este miércoles su primera entrevista desde que abandonó la Casa Blanca el 20 de enero para hablar de su amigo Rush Limbaugh, un popular comunicador conservador que falleció este miércoles, en una conversación en la que insistió en sus acusaciones infundadas de fraude en las pasadas elecciones y criticó al Partido Republicano.
Trump, que se encuentra en su club de golf, en Florida, intervino telefónicamente en la cadena de televisión Fox News para elogiar la figura de Limbaugh, que lo entrevistó en varias ocasiones.
«Rush creía que habíamos ganado, y yo también, creo que ganamos sustancialmente (las elecciones), y Rush pensaba que habíamos ganado, sobre las 10:00 pm, 10:30 pm estaba finiquitado (del 3 de noviembre cuando se celebraron los comicios), y mucha gente lo siente así también», afirmó el exmandatario.
«No creo que eso le hubiera pasado a ningún demócrata. Se hubieran producido disturbios en todas partes si eso le hubiera pasado a los demócratas, no tenemos el mismo apoyo en ciertos niveles del sistema (del partido) republicano, pero tenemos gente genial entre los republicanos, agregó. Rush sentía que habíamos ganado y estaba bastante molesto sobre eso».
Desde que las proyecciones de los medios de comunicación dieron al demócrata Joe Biden como ganador de las elecciones presidenciales cuatro días después de su celebración, Trump ha insistido en sus acusaciones de fraude electoral sin aportar pruebas y no llegó a reconocer el triunfo de su rival hasta después de que la Cámara Baja aprobara el 13 de enero la acusación para abrir un juicio político contra él por el asalto al Capitolio del país.
El 6 de enero, cientos de seguidores radicales de Trump irrumpieron en la sede del Congreso mientras se celebraba una sesión conjunta de ambas cámaras para ratificar la victoria de Biden en los comicios.
Minutos antes del asalto, el entonces presidente saliente expresó un discurso incendiario desde la Casa Blanca en el que instó a sus partidarios a marchar hacia al Capitolio para «detener el robo» de las elecciones.
Esa intervención sirvió de base a los demócratas para abrir un juicio contra él en el Senado, bajo el cargo de haber incitado a la insurrección, del que Trump fue absuelto el pasado fin de semana, al no haber votos suficientes para condenarlo.
Como Trump ya no es presidente, se hubiera enfrentado a una posible inhabilitación para ejercer cargos públicos en el futuro.
Desde el asalto al Capitolio, el exmandatario, que durante su gestión estuvo omnipresente en Twitter, tiene bloqueadas sus cuentas en las principales redes sociales.
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