Netflix cambió para siempre los modos de producción y consumo de series. Tal fue y es la influencia transformadora del sistema de streaming en el panorama de la TV global que también modificó los tiempos y la intensidad de la fama de sus estrellas. Ser parte de un éxito de la plataforma hizo que muchos actores pasaran del anonimato a la celebridad mundial en apenas un par de meses. Sucedió con Emma Corrin por su papel de Lady Di en la cuarta temporada de The Crown y ocurre ahora con Regé-Jean Page, el protagonista masculino de Bridgerton convertido en tapa de revista, nuevo candidato a interpretar al legendario agente James Bond y conductor invitado de Saturday Night Live, el próximo fin de semana. Ese ascenso vertiginoso le servirá de ejemplo a Simone Ashley, la actriz que será la protagonista de la segunda temporada de la serie romántica.
Apenas se oficializó que la interprete británica de ascendencia india sería Kate Sharma, el interés romántico de Anthony Bridgerton (Jonathan Bailey), el hijo mayor de la aristocrática familia del título, muchos se preguntaron quién era la bella chica de 25 años. Los espectadores atentos se habrán dado cuenta de que Ashley forma parte de elenco de la comedia dramática de Netflix Sex Education, en la que interpreta a la popular y engreída Olivia. Claro que lejos del estereotipo de la chica presuntuosa y malvada, el personaje, como todos los de la notable serie, tiene muchos más matices de los que se esperan de un papel así.
Y si se trata de romper los moldes, el nuevo trabajo de Ashley volverá desafiar los límites de la industria audiovisual. Es que en la segunda novela de la saga Bridgerton de Julia Quinn en la que está basada la serie, el apellido de Kate es Sheffield y más allá de que su carácter empecinado y su aversión al matrimonio la distingue del resto de las mujeres de su clase, en el caso de la adaptación producida por Shonda Rhimes las diferencias e impedimentos para el romance entre el vizconde Bridgerton y Kate serán aún más marcadas por el origen de ella, recién llegada a Londres desde la India.
Claro que todo indica que la actriz está más que preparada para el desafío. Según ella misma contó en una entrevista con el sitio Veylex, dedicado a destacar a jóvenes artistas de origen asiático, creció en un hogar de académicos donde nadie pensaba en la actuación. Salvo ella.
«Siempre estuve interesada en el arte, en la creatividad. Mi padre ama la música, el cine y la fotografía. En mi infancia siempre había un disco sonando en mi casa o películas épicas en la TV, pero irónicamente me crié en un hogar lleno de académicos. Doctores, ingenieros, contadores, lo que se espera de una familia india. Pero yo nunca estuve interesada en la academia. Lo mío era el mundo creativo», explicaba la actriz que comenzó su carrera con pequeños papeles en programas como Wolfblood y la tercera temporada de Broadchurch, el policial en el que, curiosamente, también actuó Bailey, aunque en aquella oportunidad él formó parte del elenco de las dos primeras temporadas por lo que no tuvieron escenas juntos.
Antes de ser elegida para Bridgerton, el hecho de haber conseguido un papel destacado en Sex Education, que además la preparó para las escenas sexuales que le tocarán en el futuro, era el gran logro de la carrera de Ashley y sin embargo su familia seguía dudando de su profesión.
«Todavía los asusta y les preocupa lo que hago. En este trabajo no existe la bola de cristal, no hay seguridad ni garantías laborales. Lo que puede ser la peor pesadilla para un padre, pero ellos saben que soy inteligente. No puedes pasar tu vida haciendo lo que quieren tus padres o tus amigos o tus maestros. Tienes que ser tu propio héroe y seguir tu instinto», explicó la actriz hace un par de años. Ahora, con la fama global a la vuelta de la esquina, puede que su familia se dé cuenta de que por fin consiguió un trabajo seguro: ser la próxima estrella global de Netflix.
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