El oscarizado cineasta Martin Scorsese cuestionó este martes el futuro del cine tras la explosión del modelo de negocio impulsado por las plataformas de streaming, dedicadas a la producción en masa de contenidos y a la personalización de su oferta para cada usuario.
En un ensayo publicado en la revista Harper’s, dedicado a homenajear a Federico Felleni, el director de Taxi Driver lamenta que con los servicios para consumir películas y series por internet se desvirtúe el carácter artístico de ciertas obras, eclipsadas por un agresivo modelo de negocio.
«Hace tan solo 15 años, el término ‘contenido’ se escuchaba solo cuando la gente hablaba del cine en un nivel serio, y se contrastaba y medía en función de la ‘forma’. Luego, gradualmente, fue utilizado cada vez más por las personas que se hicieron cargo de las empresas de medios de comunicación, la mayoría de las cuales no sabían nada de historia del arte», explicó Scorsese.
Para el cineasta ahora la palabra «contenido» se ha convertido en un «término comercial» para referirse por igual a «todas las imágenes en movimiento» ya sean «una película de David Lean, un video de gatos, un comercial del Super Bowl, una secuela de superhéroes o el episodio de una serie».
«Por un lado, esto ha sido bueno para los cineastas, incluido yo mismo. Por otro lado, ha creado una situación en la que todo se presenta al espectador en igualdad de condiciones, lo que suena democrático pero no lo es», explica.
Scorsese admite que se ha beneficiado de plataformas como Netflix, donde estrenó The Irishman, y Apple TV+, donde estrenará Killers of the Flower Moon, pero duda de su funcionamiento basado en algoritmos informáticos que igualan todas las creaciones como «contenido» y se recomiendan según los datos almacenados de cada usuario.
Contra los algoritmos
«Si los algoritmos sugieren más visionados en función de lo que ya has visto, y las sugerencias se basan solo en el tema o el género, ¿qué efecto tiene eso en el arte del cine?», cuestiona.
En su defensa de la crítica cinematográfica y de la selección de contenidos, el director se adelanta y responde a quien considere que su posición es elitista, «un término tan usado que se ha convertido en insignificante».
«Es un acto de generosidad: estás compartiendo lo que amas y lo que te ha inspirado. (Las mejores plataformas y los medios tradicionales como TCM, se basan en la selección humana). Los algoritmos, por definición, se basan en cálculos que tratan al espectador como un consumidor y nada más», explica.
Por este y otros motivos el cineasta concluye que «los cinéfilos no pueden depender exclusivamente del negocio audiovisual para cuidar del cine».
No es la primera vez que Scorserse hace hincapié en este asunto, pues el año pasado despertó un agitado debate tras considerar que las películas de Marvel estaban más cerca de ser «un parque temático» que de ser cine, entendido como expresión artística.
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