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Asesinada a puñaladas venezolana en Ecuador

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Diocelys Salazar, de 22 años de edad, era madre de gemelos, nació en Coro, Falcón, y estaba radicada en la población de Riobamba, provincia del Chimborazo, en Ecuador, donde fue asesinada a puñaladas este sábado 13 de febrero.

Se sabe que fue amenazada por una mujer llamada Silvia Patricia Arango, quien junto a otra se dirigió a su lugar a de trabajo y le afincó un objeto punzante varias veces. Salazar quedo muy grave y, a pesar de ser llevada a un centro asistencial, murió. Reseñó el diario La Verdad.

El hecho se conoció luego de que la hermana de Salazar, Leyra Jiménez, expresó su dolor por lo acontecido. Asimismo, pidió que el hecho se difundiera lo más posible para que este homicidio no quede impune, además reveló los nombres y las fotos de las mujeres, supuestamente, responsables.

Los gemelos de tres años de edad están siendo cuidados por una prima de Diocelys Salazar que vive cerca de Riobamba. La mayoría de su familia está La Velita, Coro.

Una connacional apuñalada en Colombia

Una venezolana fue fatalmente apuñalada en una pelea en las calles de San Victorino, en el Socorro, Colombia este pasado jueves 11 de febrero. La Policía presume motivos pasionales.

La víctima de este supuesto ajuste de cuentas pasional fue identificada como Dayana Katerina Jiménez y tenía 39 años de edad, reportó la Vanguardia de Bucaramanga en reseña de La Nación.

Dos jóvenes de 20 y 21 años serían las presuntas homicidas, quienes ese jueves a las 6:30 pm asediaron a Jiménez cuando estaba sentada en una banca en el centro del pueblo.

Poseídas por la ira, una sacó un cuchillo y sin contemplación ni reparo la apuñaló por la espalda.

Sin embargo, otra versión asegura que se desató una riña en la que las tres empezaron a discutir y en la afrenta, las dos recién llegadas atacaron a golpes a Dayana quien intentó defenderse, pero le propinaron las cuchilladas en el cuello, un brazo y el estómago.

Cuando la Policía llegó, Jiménez aún luchaba por su vida, pero no resistió la llegada al Hospital Regional Manuela Beltrán.

Las victimarias se fugaron, corrieron casi dos cuadras, pero la comunidad no les quitaba el ojo de encima para coordinar y señalarle a la Policía por dónde iban; hasta que las rodearon cuando pretendían esconderse en un garaje.

Estaban tan enfurecidas, que también arremetieron contra los uniformados. Las esposaron y las dejaron a disposición de la Fiscalía donde ahora deben responder por homicidio; aunque ya tenían su propio ‘pensum’ por hurto agravado y calificado.

Un allegado dijo que Jiménez vivió un tiempo en el pueblo, pero regresó a Venezuela.

En la distancia inició una relación sentimental con el que sería la expareja de una de las jóvenes que la asesinó. “La pelada estaba ardida porque la habían cambiado por la venezolana, cobró venganza”, dijo un testigo bajo reserva.

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