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Alexandria Ocasio-Cortez reveló que fue víctima de una agresión sexual

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La legisladora Alexandria Ocasio-Cortez reveló este lunes a sus seguidores de Instagram que hace tiempo sufrió una agresión sexual.

La demócrata compartió el hecho, sin entrar en detalles, mientras narraba lo vivido durante el asalto al Capitolio el 6 de enero. Ambas experiencias significaron para ella un trauma significativo.

Luego de rechazar el asalto al Congreso y repudiar la actitud de los republicanos, la joven admitió que estaba nerviosa y pidió perdón a sus amigos y familiares por lo que iba a revelar. “No lo sabe mucha gente. Soy superviviente de una agresión sexual”.

Asimismo, detalló que, al igual que con el asalto al Capitolio, existen dos momentos cruciales en este tipo de eventos: lo que sucede antes y lo que sucede después cuando el entorno reacciona.

Manifestó que la actitud de los legisladores republicanos que afirman que el ataque no fue para tanto le recuerdan las tácticas de los abusadores. Como superviviente de una agresión sexual pensó que no debía compartir su experiencia del asalto al Capitolio. Temía que la gente pensara que solo quería hablar sobre ella.

Sin embargo, al final se decidió a seguir las recomendaciones de los terapeutas del Congreso que invitaban a compartir el trauma y hablar al respecto.

Lo que vivió el 6 de enero

Cerca de las 2:00 pm del 6 de enero, Ocasio-Cortez oyó golpes fuertes en las puertas que dan a su oficina. Pensó que alguien quería derribarlas. No escuchó voces ni gritos, nadie se identificaba.

Su asistente le aconsejó que se escondiera. Entró a su baño y cerró la puerta. Un hombre entró en el despacho y empezó a preguntarle a gritos dónde estaba. “Retrospectivamente, quizá fueron 5 o 10  segundos, pero por mi cerebro pasaron muchos pensamientos. Pensé que iba a morir”.

Luego de pensarlo, decidió enfrentarse al hombre, a quien describió como un sujeto de mirada hostil e iracunda sin identificación. Su asistente identificó al hombre como agente de Policía del Capitolio, aunque no sabía si estaba allí para ayudarla o para lastimarla.

El agente les ordenó que se fueran a otro edificio. Sin escolta y sin ubicación específica. En ese momento sintió que formaba parte de la larga lista de personas que no pueden contar con la policía.

Cuando por fin se pudo refugiar con la parlamentaria Katie Porter, comprobaron que no había nadie escondido en los armarios de la habitación en la que se refugiaban. “Pedí que me trajeran ropa deportiva. Necesitaba un atuendo adecuado por si tenía que saltar por la ventana. Llevaba tacones. Pasaron cerca de cinco horas antes de que pudiera salir. La gente tuiteaba: estoy bien, estoy segura. Yo no lo hice porque no me sentí segura en ningún momento ese día”, manifestó.

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