Más de 70 años de expediciones, investigaciones y fotografías del explorador Charles Brewer-Carías quedaron reducidas a cenizas. Un voraz incendio se registró en su hogar el domingo y quedó completamente quemado el estudio.
«El estudio quedó completamente quemado, no se salvó nada. Más de 70 años de expediciones, de investigaciones, de fotografías que todavía no se habían digitalizado, más de 5.000 libros que venían desde los años 1.500″, comunicó su hija Karen Brewer.
Contó que su hermano se despertó en horas de la madrugada porque escuchó a los perros ladrando y ruidos que le resultaron extraños. Cuando se asomó, continuó, se dio cuenta de que la casa estaba en llamas, por lo que despertó a su padre y a su madre.
«Todos se pusieron a apagar el fuego, a tratar de recuperar documentos, cosas importantes, pero realmente las llamas estaban muy fuertes. Salieron medio quemados, golpeados por los efectos del humo y de los gases, pero lograron evitar que el fuego continuara y arrasara con el resto de la casa», dijo.
«Llegaron los vecinos, algunos familiares, los bomberos. Estoy sumamente agradecida por el apoyo que hemos recibido para enfrentar esta situación. Ustedes no tienen idea del esfuerzo que hicieron mi papá, mi hermano y mi mamá antes de que llegaran los bomberos de tratar de apagar todo con el agua que había en la casa, que además no hay agua», agregó.
Karen resaltó el esfuerzo de los bomberos porque no tienen los equipos ni el apoyo necesario para hacer su trabajo de la mejor manera posible.
Pérdida «de un solo golpe»
Brewer-Carías, en un video que publicó su hija, dijo que estuvo pensando qué significa el incendio de su estudio: haber perdido de un solo golpe casi toda la vida, dijo.
Anunció que desarrolló y que está trabajando en varios libros y que, por esta razón, había movido hacia otra parte de su oficina una información que calificó de extraordinaria.
«Uno: Las plantas del mundo perdido, las plantas que hay en las cumbres de los tepuyes, un libro de 400 imágenes con la información sobre las plantas que puede ver cualquier persona que vaya a un tepuy, como el Auyantepuy o el Roraima. Otro que tengo listo son La vegetación, las plantas que utilizan los yekuanas; 237 plantas con sus fotografías y cómo se emplean. Ese es un registro de información extraordinario que no se perdió en el incendio. Otra cosa que tampoco se perdió es un libro sobre las plantas que utilizan los yanomamis, son 217 plantas que he colectado con sus fotografías y la explicación de para qué son utilizadas», dijo.
«Otro que acabo de terminar, y que gracias a que salvé hace pocos días esa información, es sobre la historia de un héroe de la guerra federal, el general Rafael Capó, mi tatarabuelo; y otro libro que también está en puertas son las cartas que cruzó mi abuelo Rafael Carías y Teresa de la Parra para estimularla y cómo se hizo Ifigenia, el diario de una señora que se fastidia y Memorias de mamá Blanca. Tengo muchísimos proyectos, programas, cosas que estoy haciendo», agregó.
Requiere de apoyo
El investigador manifestó que requiere de apoyo de un editor, una editorial y de una institución que lo ayude a publicar las obras que tiene culminadas.
«Estoy muy entusiasmado, ahora más que nunca y con mayor presión para hacer saber lo que conocí en mi tiempo, de muchas formas muy diferentes, pero que serán para el futuro. Que haya tenido un incendio tan grave no quiere decir que estoy vencido».
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