El presidente Vladímir Putin promulgó este viernes la extensión del último tratado de desarme nuclear vigente entre Rusia y Estados Unidos, el New Start, que expiraba el 5 de febrero, según informó el Kremlin en un comunicado.
Rusia y EE UU alcanzaron el 26 de enero un acuerdo sobre la prolongación por cinco años del tratado, lo que fue ratificado en trámite de urgencia por ambas cámaras del Parlamento ruso.
El esperado acuerdo, que no introduce modificaciones en el tratado, según Moscú, fue anunciado por el Kremlin tras la primera conversación telefónica mantenida el martes entre Putin y el presidente de EE UU, Joe Biden.
Putin había alertado en los últimos meses que la expiración del New Start habría dejado al mundo sin ningún tratado internacional sobre control de armas estratégicas por vez primera desde 1972.
La nota del Kremlin destaca este viernes que el tratado suscrito en 2010 por los entonces presidentes ruso, Dmitri Medvédev, y estadounidense, Barack Obama, estará vigente hasta el 5 de febrero de 2026.
«La prolongación del tratado responde a los intereses de la Federación Rusa y permite mantener la transparencia y previsibilidad de la cooperación estratégica entre Rusia y EE UU», dice.
Asimismo, «mantiene la estabilidad estratégica en el mundo y también influirá positivamente en la situación internacional y contribuirá al desarrollo del proceso de desarme nuclear».
El New Start, que incluye un sistema de inspección de los arsenales, reduce en 30% el número de cabezas nucleares, hasta 1.550 por país.
Además, limita a 700 el número de misiles balísticos intercontinentales, el de los desplegados en submarinos y bombarderos estratégicos equipados para armamento nuclear.
Y también reduce a 800 el de lanzaderas para misiles intercontinentales, lanzaderas submarinas para misiles balísticos y bombarderos estratégicos equipados para armamento nuclear, estén desplegados o no.
A su vez, Rusia se mostró dispuesta a abrir nuevas negociaciones sobre armamento estratégico que incluirían sus nuevas armas hipersónicas, únicas en el mundo y capaces de superar el escudo antimisiles estadounidense, según Putin.
Igualmente entrarían en la futura agenda estratégica el armamento ofensivo y defensivo, lleve ojivas nucleares o cargas convencionales.
Por el momento, China no participará en las negociaciones, una de las exigencias planteadas por el anterior gobierno estadounidense y rechazada enérgicamente por Pekín.
Putin mantiene que la carrera armamentista en el mundo «está en marcha» desde que EE UU abandonara en 2002 el tratado antimisiles y desde que Washington denunciara también otros documentos internacionales, como el de eliminación de misiles nucleares de corto y medio alcance (INF) en 2019 o el de Cielos Abiertos en 2020.
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