Una nueva alianza entre dos importantes grupos criminales colombianos se estaría gestando en la frontera entre Colombia y Venezuela, para retomar el control de las principales economías criminales y contrarrestar al Ejército de Liberación Nacional (ELN), señaló InSight Crime.
A mediados de enero, según información de Caracol Radio, 12 familias fueron desplazadas desde zona rural de Tibú, Norte de Santander, en la frontera entre Colombia y Venezuela, y varias más estarían en riesgo por la presión y las disputas entre el ELN, los Rastrojos y los Urabeños.
En diciembre de 2020, la Fundación Progresar ya había denunciado un desplazamiento de cerca de 80 familia de la misma zona de Tibú en Norte de Santander, por la incursión de las denominadas Autodefensas Gaitanistas, también conocidas como los Urabeños.
Este fue un acontecimiento nuevo ya que, durante gran parte del 2019 y 2020, la violencia a lo largo de la frontera entre Colombia y Venezuela había sido impulsada en gran medida por un prolongado enfrentamiento entre el ELN y los Rastrojos, que durante mucho tiempo ha controlado el tráfico de drogas, la trata de personas y el contrabando entre los dos países. Sin embargo, el control ha estado bajo el ELN, con el respaldo del gobierno venezolano, que ha puesto a los Rastrojos a la defensiva, con miembros capturados o asesinados regularmente.
Según un experto que ha estudiado el panorama criminal en Norte de Santander, pero que pidió permanecer en el anonimato, los Rastrojos han recurrido a los Urabeños buscando apoyo para recuperar el control de las trochas a través de la frontera. La fuente dijo a InSight Crime que los Rastrojos, quienes no tendrían más de 80 hombres, habrían recurrido a una alianza los Urabeños, quienes también han sufrido pérdidas combatiendo al ELN.
Análisis de InSight Crime
Aunque en su momento fueron rivales, los Urabeños y Los Rastrojos se han unido por el aparentemente inexorable ascenso del ELN tanto en Colombia como en Venezuela. Esta determinación de no ceder terreno también refuerza el hecho de que las trochas fronterizas son algunos de los bienes raíces criminales más lucrativos de América Latina.
Disputado por varios grupos como el Ejército Popular de Liberación (EPL), ELN, los Urabeños, los Pelusos, los Rastrojos y ex–FARC, hoy la zona se encuentra en mayor medida dominada por el ELN, quien tuvo un gran avance en el territorio tras la desmovilización de las FARC, indicó InSight Crime.
Por su parte, el apoyo tácito del gobierno venezolano no ha hecho más que reconfortar la posición del ELN. El año pasado, el grupo aparentemente trasladó más combatientes desde el interior de Colombia a la región fronteriza, especialmente del Frente Carlos Germán Velasco Villamizar de Cúcuta, bajo el liderazgo de alias Julián o Rolo, según dijo a La Opinión una fuente del ejército colombiano.
Aún no se sabe qué tan sólida o permanente es la alianza Urabeños-Rastrojos, en este caso tiene sentido para ambos grupos. Los Rastrojos tienen una gran necesidad de apoyo y los Urabeños rara vez han rechazado alianzas favorables, extendiendo su influencia criminal a través de su sistema de franquicias en toda Colombia.
Además, las recientes capturas de algunos miembros de los Urabeños de quienes, se sospecha, buscaban establecerse en esa región para reorganizar el grupo, refuerza la idea de la alianza.
También está por verse si esta alianza puede marcar una diferencia significativa en el ascenso del ELN, una de las amenazas más graves a la seguridad nacional en la región. De ser así, este conflicto podría extenderse a otros grupos delictivos importantes que operan cerca de la frontera, como las ex–FARC mafia.
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