Las criptomonedas son medios de intercambio digital en Internet que funcionan descentralizados, no requieren de bancos centrales o comerciales y no tienen responsables visibles, siendo pasivos monetarios sin respaldo ni representación física.
Este dinero surgió debido a la inflación producida por la expansión de liquidez y por la dificultad para hacer transacciones de manera económica, rápida, segura, confiable y universal.
Las tecnologías utilizadas son: criptografía que garantiza la integridad del histórico transaccional y las cadenas de bloques (blockchain) que contienen la contabilidad de las operaciones.
La criptografía usa el algoritmo SHA-256, que convierte los datos en cadenas hash de 64 dígitos hexadecimales o 256 bits, siendo imposible reconvertir la cadena resultante a su equivalente original.
La criptografía se utiliza para garantizar la seguridad de la información mediante autenticación, integridad y confidencialidad.
La primera criptomoneda fue el bitcoin (BTC) lanzada el 3 de enero de 2009 por un ente difuso llamado Satoshi Nakamoto, quien está desaparecido y de ella derivan miles de otras criptomonedas, por la modificación del código original, generando una torre de Babel de monedas virtuales.
Una cadena de bloques es una base de datos distribuida y alojada en los nodos de una red, que se replica entre ellos y forma el libro de contabilidad para cada criptomoneda.
La blockchain contiene todas las transacciones y si se paga un café, se deben actualizar todos los nodos de la red global.
Los monederos de criptodivisas son dispositivos digitales o físicos, donde se almacenan saldos y claves privadas que dan acceso a las transacciones.
Cuando se instala un monedero digital que es un programa, en algunos casos se descarga también la blockchain que tiene gran tamaño.
Los monederos también llamados clientes pueden ser completos, cuando se descarga toda la blockchain que puede ocupar cientos de Terabytes y su tamaño es creciente.
Los clientes ligeros son aquellos donde se almacenan localmente las claves privadas, pero no la cadena de bloques y acceden a ella a través de servidores de terceros.
Al instalar un monedero o crear una billetera digital con un tercero, se genera una dirección como esta: 1IBrP8hmQ5CJ4rV6jWkl7MdQtsHRsY84wC que tiene asociada una contraseña.
Una vez instalado el monedero virtual o creada la billetera se puede: comprar, vender o cambiar la criptomoneda y comerciar con productos o servicios.
El límite para la emisión de BTC es de 21 millones, pero cada bitcoin se subdivide en 100 millones de Satoshis, que es su unidad fraccionaria mínima, lo que implica que los 21 millones de bitcoins son 2.100 billones latinos de Satoshis.
La creación de nuevos bitcoins se hace a través de la minería digital, donde miles de computadores poseedores del software y conectados en una red mundial, compiten entre sí y obtienen bitcoins como recompensa a la resolución de un problema matemático para obtener un dato, que permite sellar un bloque de transacciones, siendo cada vez más difícil obtener nuevos bitcoins, pues la complejidad para resolver el problema es creciente.
Los mineros bitcoin confirman las transacciones, las empaquetan en un bloque y les colocan un sello digital, para grabarlas en la blockchain, obteniendo una compensación en nuevos bitcoins, que va disminuyendo, cobrando una comisión adicional a quienes deseen transacciones con prioridad y una vez generado el bloque, este se replica a los demás nodos de la red.
Los mineros digitales son los equivalentes anónimos de los bancos centrales y comerciales actuales que son quienes crean y manejan el dinero fiat.
La tecnología blockchain del BTC original tiene un problema técnico de diseño, por el tamaño pequeño del bloque de transacciones y por la baja velocidad de creación de bloques diarios, que generan cuellos de botella.
Por otra parte, a medida que pasa el tiempo el tamaño de la blockchain aumenta, lo que hace que los monederos completos saturen su espacio en disco y eso obliga a solicitar que terceras partes con servidores más poderosos manejen los monederos.
También existe un problema de alto tráfico en la red, para confirmar transacciones y actualizar todos los nodos con los bloques sellados.
Por los problemas de: escalabilidad, lentitud y cuellos de botella, han ocurrido divisiones llamadas hard forks o bifurcaciones, porque algunos participantes de la comunidad anónima BTC tomaron decisiones de modificar los programas subyacentes sin existir consenso general, creando nuevas criptomonedas a partir del original.
Sin considerar el alto consumo de energía eléctrica para la minería digital, resumiré una lista de debilidades de las criptomonedas provenientes de la filosofía usada por Mr. Nakamoto:
1.No tienen respaldo con activos tangibles, lo cual implica que, aunque su precio sea alto, su valor sería cero, si consideramos la relación para el dinero fiat, que usa a la producción del país emisor como especie de garantía, siendo que el valor del dinero se podría expresar así:
[Valor del dinero] = [Producción nacional] / [Liquidez monetaria]
Si la producción nacional es cero, el valor del dinero es cero y si la liquidez monetaria tiende hacia el infinito, el valor del dinero tiende hacia cero.
2. No tienen responsables visibles y por eso cualquier anónimo podría crear una criptomoneda, adquirir activos reales, cerrar su portal y desaparecer de la red o que, en caso de haber algún inconveniente, no haya a quien reclamarle como ocurrió con OneCoin.
3. Los precios fluctúan sin ninguna racionalidad, producto de la participación de los más grandes especuladores mundiales, haciendo que una moneda pueda adquirir tasas muy bajas o muy altas, como ocurrió con el BTC, donde su precio superó los 40.000 dólares y sus mercaderes esperan que un Satoshi, que es la cienmillonésima parte del BTC alcance el precio de 1 dólar.
4. Pueden crecer infinitamente por bifurcaciones o por la creación de nuevas criptomonedas con otros nombres, por la clonación y mejora del código original.
5. Tienen problemas de escalabilidad, lo que implicará más centralización, porque requieren de mayores recursos tecnológicos para seguir operando con el crecimiento de la blockchain y pudieran generarse oligopolios o peor aún un monopolio global.
6. Como todo activo o pasivo digital, está sujeto a vulnerabilidades tales como son: la negación del servicio o los virus informáticos, que podrían atacar a todos los nodos de la red y borrar o reencriptar de manera irreversible toda la blockchain de alguna o de todas las criptomonedas.
7. La volatilidad en los tipos de cambio no permite considerarlas como unidad de cuenta ni como unidad de mantenimiento de valor, que son algunos atributos del dinero.
8. No consideran la generación de una parte en físico, lo que representa dependencia y vulnerabilidad en caso de fallas de: electricidad, Internet o de sabotajes, bloqueos, cataclismos y guerras, donde la economía debe mantener su continuidad.
9. Por falta de regulaciones, hay esquemas ponzi con referidos, donde algunas empresas de: intercambio, pagos o custodias hacen ofertas engañosas, con grandes inversiones en marketing, ofreciendo altas tasas de retorno y supuesta disponibilidad inmediata para quienes utilicen sus billeteras, pero a la vez crean sus propias altcoins y colocan reglas leoninas y sobrevenidas, de forma que cuando el usuario quiere disponer de sus activos, ofrecen pagarle con altcoins sin valor o limitan las cantidades a retirar, porque utilizan la reserva fraccionaria, que les permite dar créditos con depósitos ficticios y por lo tanto, publican balances falsos que los llevan a la quiebra, estafando a sus clientes como fue caso de Wirecard, donde faltaban 1.900 millones de euros.
Si no se corrigen estas debilidades, las criptomonedas no servirán para el comercio real y solo serán útiles para especular como en un juego de monopolio, a diferencia que aquí muchos participantes ingenuamente colocan sus activos reales, que son adquiridos con monedas ficticias y los pocos ganadores se quedarán con todo a cambio de nada, por lo cual hay montañas rusas de precios con pendientes pronunciadas y su futuro es que al ser burbujas e ilusiones monetarias, fracasarán y serán un mal recuerdo, como han fracasado todas las monedas conocidas excepto: oro, plata u otros metales nobles, que son el dinero real por tener valor intrínseco.
Estas opiniones sobre el interesante experimento criptomonetario son objetivas, pero como no existen monopolios de la verdad, respeto opiniones diferentes, porque al practicar la libertad de expresión se fortalece la ilustración, que es la madre de la libertad de los ciudadanos.
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