Sahar Tabar, de diecinueve años, se volvió popular en las redes sociales por publicar fotos en las que distorsionó su apariencia hasta lucir como una versión Zombie de la reconocida actriz Angelina Jolie.
Su nombre real es Fatemeh Khishvand, vive en Irán y, luego de volverse influencer en las plataformas por lucir como una versión Zombie de Angelina Jolie, terminó tras las rejas por 14 meses.
La joven recibió una sentencia a una década en una prisión iraní. La sentencia la recibió un año después de ser arrestada por sus actividades en las redes sociales.
Al principio, sus seguidores tomaron sus publicaciones como una broma divertida y la acusaron de hacerse hasta 50 cirugías para lucir de esa forma. La joven reveló que, aunque sí se hizo algunos procedimientos estéticos, el resultado final era obra de la edición y el maquillaje.
Le gustaba mostrar su talento en estos dos rubros en Instagram a través de publicaciones que se hacían virales. Sin embargo, fue por culpa de estas que la arrestaron el 5 de octubre del 2019 en Irán, junto con otras tres mujeres influyentes de Instagram.
Las acusaciones
El tribunal de orientación de Teherán fue el que emitió una orden de captura ya que es la institución que se ocupa de “delitos culturales y corrupción social y moral”.
El diario The Guardian reveló que la acusaron de “blasfemia, incitación a la violencia, obtención de ingresos por medios inapropiados y alentar a los jóvenes a la corrupción”.
La activista iraní Masih Alinejad, radicada en Estados Unidos, dijo que la liberación se produjo después de una presión masiva de los medios.
Zombie Angelina Jolie Foto Archivo
“Hoy en día, la adolescente iraní que publicó imágenes muy distorsionadas de sí misma en línea y estuvo encarcelada durante 10 años está libre después de una presión masiva de los medios”, escribió Alinejad.
De acuerdo con RT Actualidad, la joven declaró que «quería ser famosa desde que era niña» y que «el ciberespacio era una manera fácil» de cumplir ese sueño.
Después de haber estado en prisión, su opinión cambión radicalmente. “Ni siquiera pondré Instagram en mi teléfono nunca más, y ni hablar de tener una página en esa red social”, sentenció.
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