Los gremios del sector agropecuario venezolano calificaron 2020 como el año «más trágico y nefasto» que les ha tocado vivir en las últimas décadas, ante las dificultades ocasionadas por la crisis nacional.
Al respecto, el presidente de Fedeagro, Aquiles Hopkins, lamentó que la producción es equiparable a la de las décadas de 1960 y 1970. Así lo indicó en un foro transmitido por Unión Radio.
«A la crisis eléctrica y la de los insumos para sembrar se le vino la crisis de combustible que está acabando con la producción de hortaliza en los estados fronterizos», señaló.
Insistió en que la situación es extremadamente compleja. «Aquí hay gente perdiendo sus cosechas», expresó.
Por su parte, Armando Chacín, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), dijo que «los pueblos se apagan al mediodía». Esto en alusión a que no hay actividad bancaria que dinamice las ciudades que han tenido que funcionar bajo el sistema de flexibilización y radicalización de la cuarentena.
La falta de créditos de la banca, la hiperinflación y la dolarización también ha hecho daño en el sector, señaló.
«Se han destruido los cimientos económicos y si hoy hay carne, leche, café es por el enorme esfuerzo que hace solo un productor agropecuario desde la ruralidad para que se tenga alimentos en los centros poblados», indicó.
Chacín calificó de «héroes» a los trabajadores rurales que se mantienen a pesar de la situación.
«Hago votos por la dignificación de la vida del ciudadano y en los últimos años se ha deteriorado su calidad de vida», expresó.
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