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Margarita entre el ostracismo y las tinieblas

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Escribo este artículo luego de 18 horas sin electricidad y 24 horas sin Internet, lo cual demuestra la desgracia que están atravesando Margarita y Coche como parte del estado Nueva Esparta. La responsabilidad en semejante crisis de energía tiene nombres y apellidos de ramplones maduristas, quienes, como individuos cuya principal patología al estar en ser ellos “felices” con el sufrimiento de las demás personas, ahora se ensañan contra el noble pueblo insular.

En efecto, Luis Motta Domínguez y Dante Rivas son personajes en los que se conjugan las perversiones más grandes que el madurismo aplica al resto de la sociedad venezolana. Hoy, el estado Nueva Esparta – fundamentalmente la isla de Margarita– está siendo asesinado en todo su contexto económico y social.

¿Y por qué decimos lo anterior? Porque tanto Luis Motta Domínguez como presidente de la industria eléctrica, y Dante Rivas designado en la eufemística función de “protector” de Nueva Esparta, con injerencia y control directo de la seguridad, la recolección de desechos sólidos, el plano asistencial, la distribución de alimentos, la pesca y las designaciones de los cargos en los órganos con dependencia nacional, con el fin de ser una especie de gobernador paralelo, han generado una aterradora crisis social que ha llevado al colapso de los servicios públicos, tanto comerciales como residenciales, en toda Margarita.

Sobre el particular, veníamos alertando de la magnitud de la severa crisis de servicios que diariamente se acrecentaba, hasta que sucedió lo que tenía que pasar. O sea, la electricidad llegó a su muerte súbita, y aunque las semejantes “autoridades” mencionadas –una, por cierto, de viaje por China– digan lo que digan, como, por ejemplo, lo expresado en un vergonzoso comunicado en el cual aseguraban que en “cuatro días” se solucionaría la crisis eléctrica, probablemente tengamos que recibir tanto Navidad como “año nuevo” en el medio del ostracismo y las tinieblas.

Ha sido tan infernal el caos que se vive en Margarita que desde el momento en que se inició el colapso eléctrico la crisis, la mal llamada “administración de carga” comenzó suspendiendo la energía en los distintos sectores por 6 horas diarias, hasta llegar al inmisericorde racionamiento de 12, 18 o más de 24 horas diarias sin luz, tanto en los comercios como en los hogares, lo cual ha generado una convulsión social permanente en toda la geografía insular, la cual ha sido justificada con una “explosión inducida” del gasoducto de Petróleos de Venezuela que permite suministrar electricidad con tal energía al pueblo de Nueva Esparta.

Hemos pronosticado el colapso de todo el sistema eléctrico nacional. Las peores crisis las han vivido el Zulia y el Táchira, y ahora Nueva Esparta. Verbigracia, Margarita y Coche se preparan para una larga y extendida crisis eléctrica que ha terminado por multiplicar de manera acelerada el triste y dantesco espectáculo de miseria, pobreza y destrucción del puerto libre y el turismo.

Incluso, los autores intelectuales de esta crisis están tan satisfechos que el “protector”, Dante Rivas, le quitó la sede a Margarita de la Feria Internacional de Turismo (Fitven), porque conoce de principales fuentes el nivel de destrucción del componente de electricidad, aunado a que la llamada “nueva Conferry” hundió todas sus unidades marítimas, y los servicios de agua como los de transporte público se encuentran en condiciones tan disfuncionales como el tener luz en nuestros hogares, escuelas o sitios de trabajo.

El neototalitarismo no le perdona a Margarita los hechos que se suscitaron en Villa Rosa en contra de Nicolás Maduro en su última visita a esta entidad, así como la pérdida de la gobernación, en donde el partido madurista fue humillado con una aplastante derrota electoral. Esa es la razón por la cual buscan a toda costa el exterminio de su población a través del sufrimiento y la angustia.

Hay que decirle a Motta Domínguez que es un gran hipócrita cuando promete para unos días –al igual que lo hicieron con el Zulia– la “estabilización” del suministro eléctrico para Nueva Esparta. Si eso fuera así, los cortes de energía que comenzaron con 6 horas diarias no se hubieran extendido hasta 12, 18 o más de 24 horas.

La verdad es que el paño caliente que están suministrando al gasoducto será peor el remedio que la enfermedad, porque el problema seguirá persistiendo con máxima gravedad que no dudamos, de no tomarse correctivos importantes, tanto Margarita y Coche corren el riesgo de quedarse de manera definitiva sin suministro eléctrico. La crisis es de tal magnitud que tanto el cable submarino como el gasoducto de manera simultánea presentan severos daños en sus estructuras internas, y solamente si las piezas afectadas son sustituidas por nuevas es posible enmendar la situación, caso contrario, la crisis regresará y con más daño sobre el pueblo neoespartano.

Que nadie sea engañado, Luis Motta Domínguez, Dante Rivas y la cúpula madurista condenan a Margarita y Coche al ostracismo y las tinieblas. Ellos ríen y brindan con “mayor de edad” y suculentos banquetes, mientras el pueblo llora sin ni siquiera comer o poder bañarse aunque sea con una totumita, o lo más básico que es poder dormir, porque sin electricidad, hasta el sueño nos ha sido robado. Esa es la verdad.

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