La colosal Chromosaturatión MFAH de Carlos Cruz-Diez en el Museo de Bellas Artes de Houston se extiende a lo largo del pasadizo que utilizan los visitantes para transitar desde el nuevo edificio Nancy y Rich Kinder con el resto del complejo cultural y artístico que enaltece esta ciudad. Es una experiencia a la vez visual y corporal, ya que el visitante se sumerge en una situación cromática absoluta. En la Chromosaturation MFAH, el espectador decide actuar, moverse y desplazarse dentro de la obra, experimentando y palpando los colores en el espacio, sintiendo que la luz se transfigura en sutiles tonalidades. “En mis obras, el espectador adquiere una doble función, la de ‘actor’ y ‘autor’ de un acontecimiento cromático en un tiempo y espacio reales”, afirmaba Cruz-Diez.
A propósito de este proyecto hecho realidad, tuvimos la oportunidad de conversar con Adriana Cruz, presidenta de la Cruz-Diez Art Foundation, sobre esta obra.
—¿Cuándo concibió Cruz-Diez la Chromosaturation?
—La idea de la Chromosaturation se remonta al año 1965 y es una de las ocho investigaciones sobre el fenómeno cromático que durante más de sesenta años mi padre desarrolló y con las que incursionó con propuestas inéditas en el arte contemporáneo. Originalmente la concibió como un ambiente artificial donde el visitante se sumerge en una situación cromática absoluta, percibiendo y sintiendo físicamente el color sin ayuda de la forma y sin soporte alguno. La obra Chromosaturation pour une allée publique la exhibió en 1969 en París, en el Boulevard Saint-Germain, donde instaló tres recintos de color, uno rojo, uno verde y otro azul, a la salida del metro Odéon, causando sorpresa entre los peatones al observarse inmersos en color. Un año antes había exhibido su primera Chromosaturation, en la exposición Cinétisme, Spectacle, Environnement, en la Maison de la Culture de Grenoble. Quiero decirle que para mi padre, la Chromosaturation significó siempre una síntesis de su trabajo.
—¿Cómo abordó el maestro Cruz-Diez la idea de esta colosal obra para el pasaje subterráneo del nuevo edificio del MFAH y cuál es el papel de la Cruz-Diez Art Foundation en este proyecto?
—La relación de la fundación con el MFAH se remonta al año 2005, cuando registramos nuestra institución en la ciudad de Houston y parte de su colección fue depositada en el MFAH para su conservación. En 2010, Mari Carmen Ramírez, curadora del museo, pidió a la fundación y a los talleres de París y Panamá la ayudaran a organizar la retrospectiva de Cruz-Diez en sus espacios, donde, por cierto, mi padre instaló en esa oportunidad una Chromosaturation que causó asombro en los visitantes de la muestra. Es interesante recordar que el edificio original del MFAH fue diseñado en 1924 con un estilo neoclásico, siendo ampliado en 1953 por Mies Van der Rohe, ex director de la Bauhaus. El pasadizo de tránsito entre esas dos edificaciones contiene la obra The Light Inside del artista James Turrell. Por esa razón, en 2016, Gary Tinterow, presidente del MFAH y Mari Carmen Ramírez, visitaron a mi padre para proponerle la intervención del túnel peatonal en el proyecto de la nueva ampliación del museo a cargo del arquitecto Steven Holl. La Chromosaturation de Cruz-Diez estaría dentro del túnel de la nueva edificación, hermanándose con la anterior. El aceptó el encargo y donó el proyecto a la fundación para que esta se encargara de realizarlo. Gracias a esa iniciativa, mi padre tuvo la oportunidad de construir esta monumental Chromosaturation integrada a la arquitectura del nuevo museo, fue un enorme desafío, debido a que las dimensiones del túnel son las dimensiones de la obra: 48 m de longitud y 7.93 m de ancho, lo que resulta en una obra de 380 m2. Me entristece que mi padre no esté aquí para celebrar con nosotros este logro, para ver su obra terminada. Pero conociéndolo, estoy seguro de que tenía una imagen muy clara del resultado final y estaría orgulloso del taller Articruz y de toda su labor de apoyo al proyecto, comenzando por la instalación de 240 Leds, para una iluminación de 1.200.000 Lumens. Le comento que las salas del nuevo Kinder Building de 73.000 metros cuadrados, están concebidas para exhibiciones de arte moderno y contemporáneo, donde se tiene previsto exponer obras de Cruz-Diez en diálogo con otros artistas. Algunas obras son de la colección del museo y otras de la fundación. Además, la fundación y el museo están trabajando en la parte educativa para implementar nuestros talleres pedagógicos en este nuevo entorno.
Carlos Cruz-Diez (1923-2019), desarrolló su discurso plástico gravitando alrededor de ocho investigaciones emprendidas desde 1957: Couleur Additive, Physichromie, Induction Chromatique, Chromointerférence, Transchromie, Chromosaturation, Chromoscope y Couleur dans l’espace, demostrando que el color es una realidad autónoma y evolutiva, cuya existencia no depende de soporte alguno. En 1960, al establecer su taller en París, sus propuestas se integran a las tendencias de la abstracción geométrica y a la corriente cinética, que aglutinaron a grandes figuras del arte contemporáneo en Europa. Desde entonces, Cruz-Diez es considerado uno de los más destacados pensadores del color de los siglos XX y XXI, sus obras forman parte de las colecciones de los más importantes museos del mundo. Sobre el conjunto de su obra, Jean Clay afirma: “Los hallazgos y propuestas de Cruz-Diez, dejan atrás las ideas establecidas sobre el color cultural, ligado a los sistemas de organización mental del siglo XX”.
@edgarcherubini
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