La abismal diferencia entre la política monetaria del gobierno y el mercado de dólares genera unas distorsiones enormes en la economía que llevan a que la cotización del dólar versus el bolívar sea muy volátil.
La falta de conocimiento por parte del gobierno para llevar a cabo una política monetaria consciente y lógica tiene un efecto devastador sobre el bolívar. Apostar por la disolución del bolívar significa un aumento de la cotización del dólar paralelo o interbancario y las operaciones en dólares, pues las necesidades de la gente son las mismas.
No es inteligente intentar destruir el bolívar para que la economía pierda fuerza y disminuya de tamaño. Es más bien un incentivo al crecimiento del mercado informal. Si el propósito del gobierno es generar un mayor control sobre la economía al intentar disminuir su tamaño, crear una política monetaria en contra de créditos bancarios, eliminar la existencia del bolívar en efectivo y disminuir la participación de la empresa privada, el efecto puede ser el adverso con la dolarización de facto.
El espíritu emprendedor del venezolano es difícil, si no imposible de controlar, y aunque la política de Estado sea la de destruir o eliminar los sectores productivos, siempre surgirá un ánimo de emprendimiento. Evidente en el espíritu empresarial y emprendedor del venezolano es el buen desempeño del Banco de Venezuela, entidad que fue comprada al grupo español financiero Santander y es operado hoy en día por venezolanos.
El hecho de que muchas de las empresas hoy en día sean estatales no significa que deben producir menos, al contrario, deben producir igual que una empresa privada y tener los mismos estándares de calidad para que la economía crezca. Para que esto suceda es esencial un acuerdo entre el gobierno y las empresas que ellos mismo manejan, es decir, las estatales.
Para poner a producir las empresas del Estado también es necesario cambiar la política cambiaria del país en beneficio de las empresas que pueden generar empleo, bien sean públicas o privadas. Es esencial que ambas empresas coexistan, para lograr un crecimiento económico y como ya se ha demostrado en el pasado.
Si bien una empresa estatal puede competir con una empresa privada, como sucede en muchos países como China o Estados Unidos, una no tiene por qué eliminar a la otra, pues ambas pueden coexistir.
Es entonces lógico sugerir que se cree una política monetaria en la que tanto empresas privadas como públicas tengan acceso a los dólares y se incentive el crecimiento económico.
@PedroEMendoza33
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