Foto: Cortesía
La situación venezolana se sufre en todo su dramatismo en el día a día, con una población que en términos generales y desde hace mucho tiempo, ha estado llena de carencias pero que con el régimen del socialismo del siglo XXI se han profundizado.
Un régimen que prometió mayores equilibrios sociales y territoriales, ha logrado profundizar la pobreza en las grandes mayorías nacionales y concentrado la opulencia en los pocos privilegiados adosados al tesoro nacional y sus corruptelas. También ha profundizado las diferencias en el territorio, haciendo de la provincia toda una zona marginal y concentrando los pocos servicios aún disponibles en la capital.
La ausencia de cifras oficiales en torno a los indicadores demográficos, de salud, educación, economía y demás, ha provocado que otras instituciones intenten acercamientos a la realidad, una de las más serias es la Encuesta de las Condiciones de Vida en Venezuela – Encovi – coordinada por la Universidad Católica Andrés Bello. Otra es el informe que produce Sinergia A.C. sobre el seguimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a cuyo cumplimiento está obligada Venezuela. El nombre de este informe para este año 2020 lo dice todo: “Venezuela, la tormenta perfecta”. Igualmente ofrecen indicadores las distintas organizaciones civiles en materia de corrupción, violencia, derechos humanos, emprendimiento, conectividad y otros temas.
En el portal INSO-Encovi están los datos disponibles, nacionales y por estados y municipios, y están organizados en seis ejes temáticos: vivienda y hogares; población y estructura demográfica; educación; empleo; pobreza; y salud, nutrición y seguridad alimentaria, en un esfuerzo técnico de gran magnitud y utilidad. Informa por ejemplo que la pobreza en Venezuela abarca 94% de la población, pero en Trujillo es de 96%, es decir, de cada 100 trujillanos solo 4 están por encima de la línea de pobreza. Esta cifra en el estado Amazonas llega a 100%. Al interior de los estados también se muestran estas desigualdades, como por ejemplo en los municipios trujillanos como Motatán y Monte Carmelo la cifra de pobreza abarca a la totalidad de la población.
La inseguridad alimentaria afecta a 93% de los venezolanos, cifra muy grave, pero peor aún en Amazonas, Delta Amacuro, Sucre y Trujillo. La situación de la desnutrición se refleja en la talla inferior de los niños con relación a la edad, que el promedio en Venezuela es de 30,3%, mientras en Trujillo 32 de niños de cada 100 tienen una talla menor a la debida. En cuanto al peso, 7,9% de los niños venezolanos tiene un peso menor al que corresponde a su edad, y en Trujillo ese porcentaje sube a 8,4%.
El año pasado, dice la encuesta, 65% de los venezolanos sufrió interrupciones de electricidad, esa proporción fue en Trujillo de 82%, y peores situaciones se sufrieron en Táchira, Mérida, Portuguesa, Barinas y Cojedes. La deserción en educación de niños entre 12 y 17 años es alarmante. Y para saber qué pasa con la atención virtual, basta saber que solo 13% de la población trujillana tenía acceso a Internet, cuando el promedio nacional era de 20%. Y que 27 % de los venezolanos tenía computadoras y solo 18% de los trujillanos. Peor situación la viven en los estados orientales y llaneros.
La situación es muy grave para todos los venezolanos, pero en la provincia todo es peor. Ya llegará el momento de elevar las condiciones de vida de todos los venezolanos, independientemente del lugar donde vivan.
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