Facebook y Twitter señalaron este miércoles como potencialmente engañosos unos mensajes de Donald Trump en los que se da como ganador de una elección muy ajustada, mientras el tenso conteo de votos continúa en los estados clave.
Este escenario, cuya eventualidad generaba temores previos a la elección, tomó forma el martes en la noche, cuando el mandatario republicano aprovechó los primeros datos para trasladar la guerra de comunicación, y de nervios, contra su rival demócrata, Joe Biden, a las redes sociales.
Twitter puso advertencias en varios de los mensajes del presidente, incluido este miércoles por la mañana, cuando Trump volvió a cuestionar el recuento de votos en los estados decisivos.
Otro mensaje retuiteado por Trump, en el que se insta a acudir a los tribunales para decidir la elección, también lo etiquetaron.
Lo mismo había ocurrido el martes por la noche con un tuit en el que el aspirante a la reelección afirmaba que sus adversarios estaban tratando de «robar» las elecciones.
En cada ocasión, la plataforma publicó el siguiente aviso: «Una parte o la totalidad del contenido compartido en ese tuit es controvertido y podría ser engañoso respecto al modo de participación en las elecciones o en cualquier otro proceso cívico».
La red social señaló igualmente varios mensajes de responsables políticos, entre ellos el presidente del Partido Demócrata en Wisconsin o un senador republicano de Carolina del Norte, que anunciaron los resultados de ciertos estados antes de ser oficiales.
En Facebook el mensaje de Trump que condujo a la advertencia fue todavía visible, pero la plataforma le añadió un enlace que lleva a su centro de información sobre las elecciones, donde muestra los resultados oficiales.
Una publicación del candidato republicano tratando de sembrar la duda sobre la legitimidad de los votos por correspondencia también se etiquetó con una advertencia.
«Desde que el presidente comenzó a proclamar la victoria de manera prematura, añadimos notificaciones en Facebook e Instagram para indicar que el escrutinio de votos está en marcha y que aún no ha ganado», destacó el equipo de comunicación del grupo californiano.
Estas medidas forman parte de los escenarios previstos por Facebook y Twitter previo a la elección y sus acciones coinciden con las que previamente habían dicho que tomarían.
En guardia
El magnate republicano había dado a entender hace semanas que si no ganaba las elecciones sería por culpa de las irregularidades en la elección.
Después de sus tuits acusadores, Trump aludió a un «fraude», asegurando que pretendía llegar hasta la Suprema Corte, durante una breve alocución.
Las redes sociales desplegaron un arsenal de medidas para garantizar la integridad de la votación y limpiar su reputación, puesta en entredicho por las grandes operaciones de manipulación orquestadas desde el extranjero en la campaña electoral estadounidense de 2016.
Facebook parece dominar la detección y el desmantelamiento de estas campañas y teme ahora a las incitaciones a la violencia y a los mensajes que puedan encender más los ánimos, especialmente los de los grupos radicalizados.
A comienzos de octubre, Facebook suprimió las cuentas ligadas al movimiento QAnon, un colectivo de extrema derecha pro-Trump. Twitter y YouTube tomaron medidas similares.
Tanto el ajustado escrutinio como las declaraciones del mandatario republicano reforzaron el temor a que las divisiones políticas degeneren y las plataformas sean mal utilizadas.
Los anuncios políticos o sobre temas sociales o electorales están prohibidos en Facebook a partir del miércoles en Estados Unidos, probablemente durante una semana, para «limitar los riesgos de confusión o de abuso».
«Señal de alerta»
Pero estas múltiples precauciones no convencieron a buena parte de la sociedad civil, que juzga estos esfuerzos como insuficientes, especialmente en términos de lucha contra la desinformación.
Un video cortado y manipulado de Joe Biden, donde el candidato demócrata parece afirmar que la administración de Barack Obama puso en marcha un gran sistema de fraude electoral, lo vieron unos 17 millones de veces en diferentes páginas, según la ONG Avaaz.
«Es una señal de alerta mayor que demuestra que las plataformas siguen sin estar preparadas», advirtió la organización en un comunicado.
Avaaz denunció, además, numerosos rumores que se difundieron para hacer creer que «la izquierda prepara un golpe de Estado si Trump es reelegido» y que habrá «fraudes e injerencias a escala nacional».
«La desinformación divide al pueblo estadounidense», lamentó Fadi Quran, un director de Avaaz.
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